Autores entrerrianos, argentinos y latinoamericanos, conforman el abanico de lecturas ofrecidas a las personas que se acercan a leer o compartir sus experiencias con la lectura. El objetivo es compartir cuentos, novelas, poesías o investigaciones volcadas en libros de la Biblioteca Provincial y la Editorial de Entre Ríos. También se pone a disposición de los más pequeños un abecedario de grandes letras para animarlos a proponer y formar palabras.
El pasado sábado nuevamente se visitó la plaza Sáenz Peña, contando con la participación de familias, grupos de amigos, o amantes de la lectura. Quienes se acercaban eran recibidos por integrantes del equipo del Ministerio de Cultura y Comunicación, que en una breve conversación los informaba sobre los textos disponibles. Cada uno elegía su espacio para disfrutar del libro, algunos, especialmente quienes fueron con sus hijos, compartieron la lectura entre varios, otros buscaron un rincón solitario para entablar vinculación con un libro.
Testimonios
Algunos de los participantes “reincidentes”, continuaron lecturas iniciadas el sábado anterior. Fue el caso de Franco, que siguió entusiasmado un texto de Eduardo Galeano. Muy solicitados fueron los libros de la colección Leer es Futuro del Ministerio de Cultura de la Nación, así como libros de Girondo, Bioy Casares, Allende y Walsh.
Fabio se acercó con su familia y eligió Historias Locas y Si no salvamos el río, dos lecturas dedicadas al público infantil para leer con sus hijos. Incluso el último título contiene textos e ilustraciones de niños y niñas vinculadas al medio ambiente y la vida en el río.
Alberto, Luis y Pablo vinieron con su mate y eligieron temáticas diferentes para su momento de leer al aire libre. El reino del revés, un clásico de María Elena Walsh; Neoliberalismo y sectores dominantes, un título editado por Clacso; y Antonio Serrano, origen y formación del pueblo argentino, una publicación de la Editorial Entre Ríos; fueron los textos que atrajeron su interés.
Astor, Rafael y Candelaria cuyos padres participaron de la propuesta, jugaron a escribir sus nombres sobre el césped de la plaza. Astor va a primer grado y se está iniciando en la escritura y Candelaria recién está en las salas de jardín, pero ambos reconocen las letras de su nombre y se entusiasmaron con la propuesta. Rafael, en cambio, aún no comprende la escritura, pero si se animó a hojear libros e interpretar dibujos y pasear las letras de un lado para otro.
Próximo encuentro
La iniciativa tendrá continuidad el 29 de mayo desde las 15 y hasta las 17 en la plaza de la vecinal Padre Kolbe, sito en la intersección de las calles Virgen del Luján y Santa Elena.