“Durante la semana de transición intermensual, se observaron algunas precipitaciones menores. Las mismas cubrieron gran parte del territorio, pero no cambiaron el patrón de retroceso de gran parte del Este de la región pampeana que se ha mantenido de esta manera desde hace casi un mes. No es que la frecuencia de eventos haya disminuido, lo que ha cambiado es el volumen que entregan las precipitaciones, una oferta pobre, que se ha vuelto estructural”, indicó el Sistema de Información Agrícola de la Bolsa de Cereales de Entre Ríos.
Como se observa en el mapa elaborado por el SIBER, las lluvias acumuladas se ubican por debajo de los diez milímetros, en realidad, predominan valores inferiores a los cinco milímetros. Si pensamos que los valores del mes de octubre para ser considerados normales, estadísticamente, deben superar lo marca de los cien milímetros, el paso que llevan esta sucesión de eventos pluviales parece marcar un camino deficitario.
Las perspectivas de corto plazo, presentan algo de actividad para el comienzo de la semana próxima. Sin embargo, los modelos de pronóstico, en sus soluciones siguen mostrando una oferta muy pobre, señaló MundoRural.
“Esta dinámica con pasajes frontales con lluvias modestas se perfila como característica que puede abarcar gran parte del mes de octubre. La entrada de aire frío de las últimas jornadas han dejado en algunos sitios puntuales heladas en la provincia y han impuesto, una masa de aire más seco, por lo tanto, una mejora de volumen consistente del patrón pluvial de octubre se daría recién en la última década del mes. El norte de Corrientes, Misiones y el este del NEA, pueden escaparse de esta coyuntura con lluvias más generosas, sectores donde se han concentrado las masas de aire tropical con mayor disponibilidad de humedad” informó el SIBER.
Estas condiciones de escala regional no están por lo pronto, definidas por el potencial advenimiento del fenómeno La Niña. Es decir, la escala regional no está respondiendo dinámicamente para lograr los patrones normales de oferta de agua. La empobrecida oferta de agua de las últimas semanas, lógicamente se refleja en el balance hídrico. Como vemos las zonas más secas se concentran en el departamento La Paz, pero seguramente ganarán territorio a lo largo de los próximos diez días, sobre todo en áreas del norte.
En las fotos enviadas a Mundo Rural por la productora Luciana Salvi, del departamento Nogoyá, se aprecian los maíces y alfalfas que denotan la ausencia de lluvias.
Según el SIBER, “las áreas de mayor producción de la fina hacia el centro sur provincial, todavía se mantienen dentro de un nivel razonable de humedad. No obstante, atendiendo que gran parte de los cultivares ya transitan la etapa de floración, la situación se volverá más compleja, dado que como ya hemos descripto, la oferta de agua seguirá siendo pobre, sin lograr compensar los consumos de las coberturas. Esto forzará un retroceso de las reservas y puede condicionar los rendimientos en esta etapa de definición”.
Dadas las condiciones con la que inició este último trimestre del año y teniendo en cuenta que octubre no se perfila muy prodigo en precipitaciones, debemos esperar una afectación de los rindes de la fina de la franja central. Esta situación es menos grave que la del año pasado, dado que el transito del cultivo hasta el momento se ha mantenido con perfiles más cargados que el ciclo anterior, sin embargo, la falta de agua aparece en un momento clave y eso no se puede soslayar.
Las siembras de soja de la segunda quincena de octubre quedan totalmente sujetas al patrón de lluvias que ira marcando el pronóstico de corto y mediano plazo. La posibilidad de aprovechar las ventanas húmedas impondrá el ritmo de las siembras, teniendo en cuenta manejos agronómicos que contemplen un escenario donde las lluvias trimestrales encontrarán techo en los valores normales.
En cuanto al fenómeno La Niña, el mismo apenas ha logrado manifestarse en un ligero enfriamiento, por lo cual es difícil asociar el retroceso pluvial sólo a este factor de gran escala.