Cualquiera que haya dado una vuelta por el Norte en los últimos diez o 15 años sabe lo que significan Los Tekis en la región. Y lo mucho que han crecido en el resto del país. ¿Sus fortalezas? Una simpatía en vivo a prueba de escépticos, una discografía que se animó a modernizar su sonido (e inclusive incursionar en el rock nacional) sin abandonar los ritmos andinos, y una pasión de larga data por llevar la «jujeñidad» adonde sea y le cueste a quien le cueste. «Por ahí vamos a los lugares más inhóspitos de la Patagonia y nos están esperando con remeras del Lobo (Gimnasia de Jujuy). Y eso emociona», celebran en entrevista con Tiempo Argentino a punto de presentar su nuevo disco, Hijos de la tierra (fuertemente inspirado en la Pachamama) esta noche en el Gran Rex; y de recibir la distinción de Marca País por parte del Ministerio de Turismo.
–Una constante de Los Tekis es que habiendo apostado a la mixtura nunca borronearon su origen jujeño.
Mauro Coletti: –Sí, porque sentimos una obligación de mostrar de dónde venimos. Pensá que en estos últimos 30 años no salieron muchos exponentes jujeños: (Jorge) Cafrune fue el último gran representante musical que tuvo Jujuy en el país. Entonces nosotros sentimos la responsabilidad de hacer conocer nuestra cultura. Y más ahora que nos distinguieron como Marca País. Por eso tenemos la peña que movemos por todo el país (y que va por fuera del circuito de teatros que hacemos) y en donde sólo tocan grupos de Jujuy. Y por eso también este gran metejón con la Pachamama.
Juanjo Pestoni: –Si bien el amor como temática siempre va a estar presente en nuestra música nunca vamos a cortar la raíz de lo que somos.
Sebastián López: –Y somos consecuentes. Vivimos de la forma en que nos ves sobre el escenario. Los Tekis arrancan cuando teníamos ocho o nueve años y nos hicimos amigos de ir a ver carnavales juntos. Aprendimos a respetar a la Pacha a la par y eso hace que seamos genuinos como producto musical. Si en algún momento fue un boom acercarse al pop desde el folklore, nosotros preferimos mantenernos en la nuestra, siempre con la Pacha y con nuestros ritmos. Obviamente modernizando el sonido, pero manteniendo la esencia, porque somos coyas, pero escuchamos de todo (risas)
MC: –Aparte, si te ponés a hacer un análisis de las primeras veces que íbamos a Cosquín, en los ’90, salvo Jaime Torres y algún otro, no había muchos grupos andinos. Y hoy, años después, absolutamente todos los grupos tienen una quena, un charango, un corte, un carnavalito una saya o algo. Incluso bandas de pop y rock. Eso lo sentimos como un aporte que hemos dado a partir de defender tanto lo que amamos.
–En el mundo del Facebook, el Whasapp, la selfie y el Twitter, ¿por qué sigue siendo importante la Pachamama?
SL: –Porque la Pacha te hace mirar hacia lo básico, hacia lo puro. Nosotros somos jujeños, pero vivimos en San Salvador, la capital, y eso marca una diferencia importante. Aun así, estamos en contacto con lo esencial cuando vivimos la festividad. Siempre cuento la anécdota de cuando celebrábamos la Pachamama en Humahuaca y pedíamos en voz alta por la salud, nuestros familiares y cosas así, y vino un viejito pastor recién bajado del cerro y empezó a pedir y lagrimear por algo mucho más esencial: el agua.
JP: –La Pacha es tomar conciencia de lo que estás haciendo, así vivas en un piso 20 de la Capital Federal. Nos pasó que un periodista nos dijera: yo viví toda mi vida en un departamento, ¿cómo festejo la Pachamama? Y le dijimos: así tengas una maceta y le tires una gotita de vino nomás, ya estás cumpliendo con la tierra si te compremetés.
MC: –Por eso nos encanta cuando viene alguien y nos dice: «Uh, este año no pudimos ir pero hicimos el festejo en el jardincito de casa y lo disfrutamos con mi hijo.» Son maneras diferentes, no ortodoxas, pero que también valen y que nosotros hemos ido fomentando.
JP: –No podés querer lo que no conocés y nosotros hicimos querer lo nuestro.
–Y habiendo entonces tanto compromiso con la causa, ¿cómo fue ese momento de plasmarlo con autenticidad en un disco? ¿Qué desafíos aparecieron?
SL: –Desafío ninguno. Siempre nos gustó hablar de la Pacha y disfrutarla. Pero es diferente plasmarla en una canción. Por eso compusimos 50 temas, grabamos 20 y seleccionamos 14: los que nos parecía que llegaban más directo al corazón.
JP: –Es un disco que sonoramente suena increíble, nos sentimos muy cómodos con los productores Pepe (Céspedes) y el Oski (Righi). Suena más rockero que los anteriores. Y cada canción es una película diferente. Creo que sonoramente dimos un paso.
–¿Las composiciones son más maduras?
SL: – Sí. Y más personales. Por ejemplo, en varias letras que supuestamente estaban terminadas, por ahí intervenía alguno y le daba una vuelta más, como para que vaya más a fondo todavía.
–Vienen trabajando con Oski y Pepe de Bersuit desde hace tiempo, ¿qué les aportaron?
SL: –Ellos llegaron a través del viejo (Claudio) Kleiman, que también fue el «culpable» de que concretáramos Rock & Tekis después de mucho darle vueltas. Él y Manu Quieto de La Mancha nos recomendaron que trabajáramos con ellos y funcionó un montón. Nos ayudaron a lograr un disco con un audio fuerte y con la magia de lo que somos nosotros con las patas bien sobre la tierra.
–Hay un mundo en común.
MC: –Sí, son porteños, pero tranquilamente podrían ser jujeños.
JP: –En el último disco de ellos hicieron una canción sobre Tilcara que es hermosa.
–¿Qué sienten cuando ven que temas como «El viento trae una copla» o «Un Pacto» (original de Cordera), de evidente color jujeño pero compuestos por no locales, pegan tan fuerte en el gusto popular?
MC: –Sentimos mucha alegría. Porque nos muestra que hay gente que tiene la capacidad de no ser del lugar y sin embargo poder pintar lo que es. «El humahuaqueño» lo hizo un porteño y es una de las canciones más representativas de Jujuy.
SL: –Ser jujeño no significa que seas dueño de su cultura. En esos temas que nombrás es evidente que los Bersuit anduvieron caminando por el Norte y se enamoraron. Entonces, lo que te queda ante temas así es sacarte el sombrero. Te da gusto que pase una cosa así.
MC: –Es coherente también con lo que hicimos en Rock & Tekis: darle un gran abrazo a la música. Por eso «Don’t Let Me Down» de los Beatles mitad en quichua y mitad en inglés. La música está para eso: para compartir, para unir, para disfrutar. Así venimos haciendo desde nuestro segundo disco, cuando incluimos «Himno de mi corazón» de Los Abuelos, y así seguiremos haciendo. «
El burrito: «jujeñidad» 100%
–Si hay alguien que transmite «jujeñidad», es el Burrito Ortega. ¿Qué relación tienen con él?
Seba: –Hemos hablado mucho con él por teléfono, aunque hasta ahora nos costó concretar. Siempre nos llama y nos cuenta muy entusiasmado el tema de Los Tekis que está escuchando. «¡Miren!, ¡escuchen!», nos dice. Y nosotros le decimos: «¿Vas a venir al teatro?» «¡Sí!» Aunque después por ahí no llega. Pero bueno, es el Burrito (risas).
Juanjo: –La otra vez también nos vimos en un avión. Y en Brasil, cuando viajamos para ver partidos del Mundial.
Seba: –Creo que Jujuy tuvo suerte con todo lo que generó el Burrito yendo a la Selección y defendiendo los colores, siempre llevando la bandera de Ledesma bien en alto.
–Y como símbolo cultural, ¿qué representa Ortega?
Seba: –Humildad y talento. Una muestra de talento jujeño.
Mauro: –Tiene una gran sencillez. Pasó a ser el número uno y nunca dejó de ser leal a sus principios y a sus amigos.
Un camarín para todos los gustos
–Hijos de la tierra está colmado de invitados. Aparece Soledad, vieja conocida de ustedes, pero también Dread Mar-I, el Pity y Kevin Johansen. ¿Cómo se dieron esas participaciones?
Mauro: –Dread Mar-I se puso él. Nos dijo: «Voy a grabar en el disco que viene, eh» (risas). Con él compartimos el respeto por la naturaleza, más allá de que cada uno lo haga desde un lugar distinto.
Juanjo: –Evidentemente todo esto tiene que ver con la tierra, con el compartir. Algo que se ve también en los invitados del disco. Es un ida y vuelta musical.
Mauro: –En el camarín del Luna estaban Los Nocheros, estaban los Bersuit, estaba Manu Quieto, también los Huayra y Baglietto. Y todos compartiendo un vino.
Juanjo: –Hace poco nos comentaron: «Ese camarín antes sólo lo lograba Mercedes. Ahora lo logran ustedes.»
–¿Con Kevin (Johansen) cómo se dio?
Mauro: –Lo cruzamos un día que hicimos prensa en Buenos Aires, en el camarín y nos dijimos: «Che, algún día podríamos hacer algo juntos, ¿no? Y dicho y hecho: cuando tuvimos la canción se la mandamos y se prendió en seguida. No lo conocemos a fondo pero nos da la impresión de ser un tipo súper sencillo, además de un músico impresionante y picante.
–¿Y con el Pity?
Seba: –Un día estábamos grabando las batas en Buenos Aires y aparece Pity Álvarez en el estudio cargando una computadora para el Vasco, uno de los técnicos. Él le cuenta que está grabando con nosotros y se copó de una. Nos dijo que él es fanático de Tilcara y el Carnaval y grabó de una sola toma el recitado para «Voz ancestral». Tiene una voz especial, con esos silencios que se meten en la canción.
También se animaron al rock
Rock & Tekis, editado en 2012, significó una gran apuesta para la banda. Luego de Mixturas (2010), en el que dieron un primer salto hacia una modernización de su sonido, salieron con Rock & Tekis en donde además de apostar a un audio distinto versionaron clásicos del rock nacional como «La vida es una moneda» (Baglietto), «Seguir viviendo sin tu amor» (Spinetta) y «Canción para mi muerte» (Sui Generis) o «Arde la ciudad» (La Mancha de Rolando), manteniendo ciertos ritmos y la instrumentación andina.
–¿Cómo evalúan su recibimiento ahora, cuando ya pasaron los efectos del primer cimbronazo?
Seba: –Nos dimos cuenta de que los que hablaban mal no habían escuchado el disco o las canciones. Sin embargo, cuando muchos de esos puristas escucharon las canciones, encontraron un huayno, un carnavalito. Había folklore. Y los que buscaron rock nacional encontraron la canción con la misma perfecta melodía, pero en otra versión que también le gustaba.
Mauro: –Al punto que hubo alguno no muy conocedor del rock nacional que pensó que muchos de esos temas eran nuestros.
Seba: –Sí, gente que por ahí es de otro ámbito o de otra generación, que nos decía qué bueno este tema «Tu sin mí» que hicieron, cuando en realidad es de Mariano (Dread Mar-I)
Juanjo: –El balance final es que en mucho festivales que solo eran de folklore por ahí podemos invitar a Manu Quieto con La Mancha. Han surgido muchos shows juntos, como en el Jesús María. Y en Cosquín los Bersuit estaban felices de poder compartir un show.
Los Tekis presentan Hijos de la tierra hoy a las 21:30 hs. en el Teatro Gran Rex. Corrientes 857.
Equipo Tekis
Originarios de Jujuy, Los Tekis están activos desde 1991 e Hijos de la Tierra es su nuevo disco de estudio. La formación completa es Sebastián López (en primera voz, quena y charango), Juanjo Pestoni (batería), Mauro Coletti (vientos y coros), Pipo Valdez (vientos y guitarra), Walter Sader (guitarra y segunda voz) y Pucho Ponce (bajo).
FESTEJO
Antes de su show de esta noche, el Ministerio de Turismo de la Nación, le entregará a Los Tekis el reconocimiento de Marca País