El encuentro, que marcará el cierre de la gira por Estados Unidos, se llevará a cabo en el estadio Busch, la casa de los históricos Cardenales, subcampeones de la Serie Mundial de Béisbol 2013 a principios de noviembre.
El elenco `albiceleste`, dirigido por Alejandro Sabella, estuvo lejos de mostrar ante Ecuador en Nueva Jersey un rendimiento que ilusione con miras al Mundial de Brasil 2014 y dejó en claro que, hasta el momento, depende pura y exclusivamente de lo que genere el astro Lionel Messi, quien ausente por lesión dejó un vacío muy importante en el equipo.
El entrenador, pese a la baja de su capitán, intentó mantener su estilo de juego, el 4-3-3, pero rápidamente se dio cuenta que cuando el `10` no está sus rivales no toman los mismos recaudos y liberan jugadores para la ofensiva, por lo que decidió rotar a un 4-4-2 más conservador porque Ecuador le generó muchísimas preocupaciones, sobre todo por los costados.
Con esa táctica, el nivel mejoró y hasta tuvo un pasaje muy bueno de unos 20 minutos, por lo que es muy probable que mañana ante Bosnia salga directamente a jugar de esa manera, aunque con una importante rotación de nombres, porque todavía hay tiempo de probar jugadores para ir puliendo la lista de los 23 que defenderán los prestigios de Argentina en el Mundial.
En ese sentido, pese a todas las especulaciones y sus propios dichos de días atrás, en un lugar donde seguro no habrá variantes es bajo los tres palos, porque `Pachorra` dejó entrever que sostendrá a su arquero favorito Sergio Romero para que gane minutos de fútbol pues no tiene actividad oficial en su club Mónaco de Francia, donde es suplente.
Además, también usará a unos siete jugadores «frescos», es decir que no jugaron como titulares ante Ecuador, por lo que habrá cambios en todas las líneas, quizá siendo la zona menos afectada el mediocampo, donde Javier Mascherano es intocable (Sabella habló ayer solo con él 15 minutos) y el otro que seguiría es Ángel Di María, el más destacado del último viernes.
El restante jugador que continuará en la formación será uno de los dos zagueros centrales, Federico Fernández o Ezequiel Garay, para acompañar a una defensa completamente «nueva», con la presencia de los laterales habitualmente titulares, Pablo Zabaleta y Marcos Rojo, y Nicolás Otamendi, convocado nuevamente después de mucho tiempo.
Justamente, la historia del ex jugador de Vélez es particular porque fue el autor del primer gol de la era Sabella el 2 de septiembre de 2011 ante Venezuela (1-0) en un amistoso jugado en la India, pero luego nunca más fue citado hasta esta gira, en la que mañana estaría `desde el vamos`.
En el medio, el entrenador podría analizar a Lucas Biglia en lugar de Ever Banega en el puesto del lesionado Fernando Gago, y a Augusto Fernández o Erik Lamela por la derecha, mientras que en el ataque, todo parece indicar que Sergio `Kun` Agüero y Rodrigo Palacio serán los que jugarán de entrada.
El rival, al igual que Ecuador, no será sencillo porque Bosnia viene de clasificarse por primera vez a un Mundial tras acreditarse el Grupo G de las Eliminatorias de Europa por diferencia de gol respecto a Grecia, y trajo a sus mejores figuras para este compromiso.
El goleador Edin Dzeko, compañero de Agüero y Zabaleta en el Manchester City, y el talentoso volante Miralem Pjanic, de la Roma, son las principales armas de la ofensiva y será una prueba interesante para la defensa argentina, la zona más cuestionada por los fanáticos.
Además, será de la partida el delantero Vedad Ibisevic, del Stuttgart de Alemania y autor del gol de la clasificación ecuménica, que conoce mucho la ciudad de Saint Louis porque allí residió de joven tras la guerra de Bosnia y jugó en la Universidad local donde hasta fue nombrado debutante del año en la NCAA, la Asociación Nacional Atlética Colegial.
Asimismo, el estadio Busch seguramente tendrá mayoría de simpatizantes del elenco europeo, al igual que ya sucedió en Nueva Jersey con los ecuatorianos, porque en esta región de Estados Unidos es donde reside la mayor cantidad de inmigrantes bosnios de este país.