Cuando Diego Ceballos sentenció el final del triunfo de Independiente, el delirio reinó en los jugadores del «Rojo». Cristian Tula, uno de los referentes del equipo de Avellaneda, fue uno de los primeros en ponerle voz al ascenso: «Es algo que siempre quisimos lograr. A veces tuvimos que luchar contra todos. Nosotros solos sabemos lo que sufrimos, porque todos nos dieron por muertos, estábamos adentro de un cajón, pero ayer nos reunimos y dijimos que este partido tenía que ser nuestro».
El capitán del elenco conducido por Omar De Felippe se refirió al sacrificio que tuvieron que hacer para volver al fútbol grande. «Era la única manera de ascender. De la manera en que se fueron dando las cosas, nosotros sólo podíamos devolverle a nuestra gente la ilusión de volver a Primera.En un momento se nos había complicado mucho, estuvimos 8 partidos sin ganar, pero ante las adversidades sacamos nuestro orgullo y hombría«, dijo el «Rolfi» Montenegro.
En otro sector de la cancha del estadio Ciudad de La Plata, Martín Zapata, autor del primer gol de la histórica victoria admitió que «no es importante la belleza del gol, porque sufrimos mucho para lograr el ascenso. Este grupo siempre se la bancó y por eso conseguimos el objetivo, que es lo más importante».
Finalmente, Federico Insúa aportó análisis y frialdad a la hora de brindar sus declaraciones. «Fue importante el apoyo de los que no jugamos tanto. La idea es que ahora se mejore el club en serio. Nosotros ya hicimos lo que teníamos que hacer, ahora hay que pensar en lo que viene. Ya tocamos fondo, es hora de que se empiecen a hacer las cosas bien«, dijo el «Pocho» en clara referencia a la crisis institucional que atraviesa la entidad bonaerense. De todos modos, para pensar en el futuro todavía hay tiempo, hoy al «Rojo» sólo le corresponde festejar.
