Un vecino de Hernández fue al cajero automático del banco y lo estaba esperando una yarará. La inusual secuencia ocurrió durante esta semana de agobiantes temperaturas, en la localidad entrerriana del departamento Nogoyá.
La víbora venenosa se encontraba en la sucursal del banco en Hernández.
Allí, durante la calurosa tarde del pasado lunes, un vecino quiso realizar una gestión a través del cajero automático de la entidad crediticia pero se encontró con la presencia de una yarará en la puerta.
Afortunadamente, el hombre –acostumbrado a la vida rural– pudo salir airoso de la increíble situación y terminó con éxito sus tareas en ese cajero automático.
Evidentemente, el calor explica en parte la presencia del ofidio en ese insólito sitio.
Fuente: Paralelo 32