Esta estrategia de diferir la segunda dosis también fue llevada adelante por Canadá, Reino Unido y otros países de Europa.
Vizzotti, además, indicó que “no obstante, vamos a seguir completando todos los esquemas de vacunación de todas las personas con todas las vacunas, como nos comprometimos y como se ha definido desde el primer momento para la estrategia argentina. Del mismo modo se monitoreará la evidencia científica y la situación local para tomar decisiones oportunas”.
El estudio que arrojó estos resultados preliminares se realizó en 471.682 personas de 60 años o más a las que se les aplicó una o dos dosis de vacuna Sputnik V o de AstraZeneca. Cabe destacar que este análisis reviste importancia ya que evalúa la efectividad de las vacunas, es decir cómo están funcionando en la situación epidemiológica y sanitaria actual del país, teniendo en cuenta las variantes circulantes (Alpha, Gamma y Lambda principalmente) y el nivel de circulación viral entre otras variables analizadas “en la vida real”. A diferencia de la eficacia que evalúa los resultados de las vacunas en el contexto de un ensayo clínico.
En marzo de este año, la cartera sanitaria nacional junto a las 24 jurisdicciones del país y expertos de la Comisión Nacional de Inmunizaciones (CoNaIn), consensuaron priorizar las primeras dosis de vacuna COVID-19 y diferir la aplicación de las segundas dosis para tener la mayor cantidad de personas vacunadas en el menor tiempo posible, y aplicar la segunda con un intervalo mínimo de 12 semanas, con el compromiso de reevaluar la estrategia cumplido ese lapso. El miércoles 30 de junio se celebrará una nueva reunión de la CoNaIn para definir los pasos a seguir en el contexto actual.