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Una detenida y un prófugo tras el cierre de prostíbulos.

 

 

 

 

 

El dueño y administrador de los dos prostíbulos clausurados durante el fin de semana en Gualeguaychú continúa prófugo, mientras que su esposa prestó declaración indagatoria ante el juez federal de Concepción del Uruguay, Pablo Seró, y permanece detenida.
Durante la madrugada del domingo, la Policía Federal realizó una serie de allanamientos simultáneos que terminaron en la clausura de dos prostíbulos y el rescate de veinte mujeres misioneras que ejercían la prostitución en esos lugares. En uno de esos operativos, realizado en el Hotel Residencial Amancay, resultó detenida María Luisa Rueda, la esposa del dueño de los locales nocturnos.
Simultáneamente se produjeron los allanamientos en dos prostíbulos de Gualeguaychú: El Caburé II, ubicado a la altura del kilómetro 70 de la ruta provincial 20; y El Caburé III, sobre la Ruta Nacional 14. Allí fueron rescatadas veinte mujeres que trabajaban como “alternadoras” y “coperas”, todas mayores de edad, y la Policía detuvo a seis hombres, que luego de ser identificados recuperaron la libertad.
Los locales son propiedad de Juan Landaburu, que sería también el regente de lo que eufemísticamente denominan whiskerías, cabaret, casas de tolerancia o bares con alternadoras. Según indicaron fuentes judiciales a EL DIARIO, los efectivos policiales llegaron alrededor de las 2.30 al hotel donde vive, pero no lo encontraron y por estas horas el hombre continúa prófugo. En cambio, sí localizaron a Rueda, que vivía en otra habitación, y fue detenida una hora más tarde.

Trata. La mujer, María Luisa Rueda, está imputada por el delito de trata de personas en perjuicio de personas mayores de edad, y la misma figura le cabría a Landaburu, que también podría ser acusado como administrador de un local donde se permite el ejercicio de la prostitución ajena, algo que está prohibido por la Ley de Profilaxis Antivenérea de 1937.
En tanto, las mujeres comenzaron a declarar y permanecen en contacto con un equipo multidisciplinario, ya que el juez Seró dispuso su contención y asistencia, siguiendo los preceptos establecidos por el protocolo de actuación para las víctimas de trata de personas, dado a conocer el año pasado.
Según trascendió, las mujeres son conocidas entre ellas y todas oriundas de Bernardo de Irigoyen, un pueblo misionero de 5.000 habitantes, entre los que cuenta a la mujer más longeva del país, de acuerdo con el último censo.
El pequeño poblado misionero solo está separado por una calle ancha de la localidad brasileña de Barracão, en lo que constituye la única frontera seca entre ambos países, y se conecta con el resto del país a través de la Ruta Nacional 14, una vía que los organismos estatales y no gubernamentales señalan como un eslabón importante en la cadena de la trata de personas con fines de explotación sexual.

 

Fuente: El Diario