Una multitud se congregó ayer a las 14 en la Catedral Metropolitana de Paraná, para caminar rumbo al santuario de La Loma, en el marco de la Peregrinación de los Trabajadores que cada año organiza el Movimiento Apostólico de Schoenstatt.
Al culminar el recorrido, alrededor de las 16.30, se llevó a cabo la misa de clausura oficiada por el arzobispo de Paraná, Juan Alberto Puiggari, acompañado por los párrocos Carlso Barón y Mario Gervasoni.
En cada una de las paradas habituales se fue sumando más gente. También llegaron personas de otras localidades aledañas, como Crespo, Diamante y Santa Elena. “También suelen venir colectivos de Recreo, Santa Fe y Santo Tomé”, contó a UNO Esther, la coordinadora del contingente que llegó desde Crespo, quien destacó que “este es un año muy especial, ya que tenemos la bendición de tener al papa Francisco”.
Por su parte, el padre Carlos Barón, quien participó en la caminata, relató que “esta es la edición número 23. Estuve presente en casi todas”.
“Realmente este es un año de mucha fe, donde se suman un montón de hechos significativos, entre ellos que haya un papa argentino. Y tanto como la gente que tiene trabajo como la que lo necesita, precisan de esta presencia para renovar la fe”, destacó el sacerdote, quien dijo además: “Este hecho tan importante nos ayuda a tomar conciencia de la responsabilidad que debemos tener en nuestras tareas diarias y de la solidaridad que debe haber en el mundo del trabajo”.
En el marco de la peregrinación, en la que estuvieron presentes personas de diversas edades para agradecer los favores concedidos y pedir por quienes no tienen empleo, se llevó adelante además una colecta de alimentos, calzado, remedios y útiles escolares para Cáritas La Loma, para luego ser entregados a las familias que más lo necesitan, se explicó desde la organización.
Movimiento de Schoenstatt
El nombre del movimiento viene de una pequeña aldea parte del pueblo de Vallendar, cerca de Coblenza, Alemania, en la cual queda el Santuario Original de Schoenstatt, donde tienen sus casas centrales las comunidades del Movimiento Apostólico. En la Argentina hay distintos espacios que responden a esta iniciativa.
“En mi caso estoy desde el 2009”, explicó a UNO Evelyn, una joven de 25 años que repartía escarapelas antes de que partiera al peregrinación. “Sentí un llamado y me gustó el espíritu familiar que tiene estoy el hecho de preocuparse por el otro”.
Historia de la iniciativa
Este año, el lema elegido fue “Madre ayúdanos a ser reflejo de fe en nuestro trabajo”.
El Movimiento Apostólico de Schoenstatt, al que responden los organizadores, fue fundado el 18 de octubre de 1914 por José Kentenich y un pequeño grupo de seminaristas.
La primera vez que se realizó esta peregrinación fue en el año 1989, por iniciativa de un grupo de matrimonios de Schoenstatt. Comenzó como una forma de festejar el aniversario de la bendición del santuario de la Loma, que se hizo el 31 de mayo de 1975. Al año siguiente se sumó más gente y se incorporó a este festejo para agradecer por aquellos que tienen trabajo y pedir por quienes no lo tienen.
El recorrido incluye cinco paradas que son simbólicas
Durante la procesión hubo cinco paradas emblemáticas. La primera fue en la escuela Manuel Belgrano, para pedir por la educación. “Estuvo a cargo de una psicopedagoga que trabaja con no videntes y fue muy conmovedor su testimonio”, dijo a UNO Ricardo Ormello, uno de los organizadores. La segunda fue en las instalaciones del Ferrocarril General Urquiza, para rogar por el trabajo y por los jóvenes. Luego en la capilla Madre de la Divina Gracia, pidiendo por la familia; y en la residencia geriátrica ubicada en avenida De las Américas y El Paracao, para pedir por los ancianos. La última parada fue en Cáritas La Loma, frente al centro de salud José Kentenich, de barrio Paracao, para poner de relieve el trabajo que se realiza desde esa entidad e impulsar la colecta que se hará en junio próximo, además de valorar las tareas que se hacen desde ese lugar en la atención de los más pobres, a través del desayunador y la escuela primaria.
Si bien muchas personas de edad avanzada no pueden sumarse a la caminata, que dura más de dos horas, sí participaron de la misa que ofició el arzobispo de Paraná, monseñor Juan Puiggari.
Ormello destacó que durante la homilía monseñor Puigarri hizo hincapié en que “Dios está presente en el trabajo, en el estudio y en todo lo que emprendemos”.
También indicó que se pidió “a los empresarios y empleadores ser solidarios con los trabajadores”.
Los concurrentes estuvieron atentos al mensaje: “En nuestro caso venimos hace más de 10 años y a veces en dos colectivos, porque somos muchos, a veces 60 o 100 personas”, manifestó Esther, quien pertenece al movimiento de Schoenstatt en la vecina localidad de Crespo, con tareas tales como la catequesis. “Venimos para pedir la bendición por el trabajo, para que sea digno y esté bien remunerado”, dijo a modo de conclusión.
Fuente: Uno.