Si hay una decisión, afuera de las canchas, que es la más difícil de tomar para un deportista, es justamente la de soltar. No es fácil dejar ese deporte que por muchos años fue el centro de su vida: los amigos, el club, la camiseta, los proyectos, las metas… todo giró en torno a ser jugador de rugby. Y dejar ese título no es fácil. Para Felipe Contepomi tampoco lo es.
Pero él lo hizo de a poco: como si tuviera que madurar de a tramos la idea de colgar los botines y la camiseta argentina que vistió durante 15 años, el mellizo empezó dejando primero el rugby profesional en Europa. Volvió, entonces, al país después de 13 años jugando afuera y arrancó este 2013 entrenando en su club, Newman, pero finalmente se dedicó a jugar todo con la selección esta temporada. Todo: ventana de junio y el Rugby Championship. Y parece que Felipe se dio el gusto, se sacó las ganas, antes de decir adiós. ¿Por qué? Porque a días de que llegue la última fecha del torneo que reúne a las tres bestias del sur, en el que Felipe se transformará en el jugador con más test matches de la historia (con 87 superará a Rolando “Yankee” Martin y a Lisandro Arbizu), y ya es el goleador histórico con 817 puntos, el apertura y centro argentino anunció ayer su retiro de Los Pumas.
“Es una alegría enorme todo lo que me tocó vivir con esta camiseta. Hoy por hoy el del sábado es mi último partido. No soy futurólogo pero hoy digo que es el último”, señaló en una entrevista a ESPN Radio. “Por el momento creo que no me pongo más la camiseta argentina, pero trato de ver la mitad del vaso lleno y no el vacío. En mi vida el rugby fue un estilo de vida y siempre estuvo presente y va a seguir estando. Tengo en claro que va a ser mi último partido pero no trato de verlo como algo emotivo porque las emociones te pueden traicionar y lo tomo como algo lindo por todo lo que viví”, agregó Felipe con la certeza de saber que no habrá, después del sábado, más festejos al estilo Riquelme ni tries para sumar.
Se dio, claro, el lujo de ser capitán de Los Pumas, de estar en cuatro Copa del Mundo, de colgarse en Francia la medalla de bronce y de acompañar en una nueva etapa del rugby argentino al equipo en el Rugby Championship. Referente, médico, líder indiscutido, Felipe mostró su magia primero en Newman y luego en Bristol (Francia), Leinster RC (Inglaterra), Toulon y Stade Francais (Francia). Su adiós ahora es de Los Pumas. “No voy a ir a la ventana de noviembre. Hoy vivo el día a día, no sé que voy hacer. Sé que voy a estar disponible para jugar con Newman la próxima semana pero no sé si voy a jugar en Newman el año que viene”, afirmó a los 36 años despejando las dudas. Y empezando a disfrutar, de a poquito, de decir adiós: “Esta semana, comparando con esa primera que viví hace 15 años, la disfruto, estoy tranquilo, tengo la capacidad de disfrutar de los entrenamientos y de estar con los chicos. Si es el partido 87 o lo que sea no importa, yo me siento agradecido por estos 15 años jugando en este equipo. Fui un afortunado.”