Rusia admitió este jueves que no puede abastecer la demanda de la vacuna Sputnik V, según informó un el vocero del Kremlin, Dmitri Peskov, en su conferencia de prensa habitual. “Estamos haciendo un gran esfuerzo para lanzar la producción de la vacuna rusa en varios países en los próximos días”, dijo.
Según explicó el funcionario, la capacidad de producción de Rusia de la vacuna Sputnik se vio saturada ante la demanda internacional y advirtió que desde el gobierno de Vladimir Putin analizan un plan para comenzar a fabricar dosis por fuera del territorio nacional.
De acuerdo con lo publicado por la agencia rusa Tass, Peskov indicó que los pedidos de otros países -entre ellos la Argentina, que comenzó su campaña de vacunación con esta fórmula- excedieron “sustancialmente la capacidad de producción existente” y asimismo remarcó que la prioridad para el Kremlin son los rusos.
Al ser consultado sobre cuáles serían los países elegidos para trasladar la fabricación de la Sputnik V, dijo que esa información iba a ser proporcionada por el Fondo de Inversión Directa de Rusia (RDIF), que promueve las vacunas de Rusia en el extranjero.
Según el Fondo Ruso de Inversión Directa (FIDR), actualmente son 27 países en total de Europa, América Latina, Oriente Medio, África y Asia han registrado oficialmente el Sputnik V.
En ese sentido, el director de la FIDR, Kiril Dmitriev, dijo al Financial Times, que Rusia ha firmado contratos con 15 compañías farmacéuticas en diez países, que podrían producir alrededor de 1.400 millones de dosis que se utilizarían para inmunizar a 700 millones de personas.
En el caso de Argentina, de los 5 millones prometidos, solo 600.000 han llegado hasta ahora.
A finales de enero, el Centro Gamaleya, desarrollador de Sputnik V, informó que planea probar el fármaco en menores de edad en 2021, y este mes, el director del centro, Alexandr Guintsburg, expresó su esperanza de que la investigación empiece en junio. Sputnik V, la primera vacuna contra el coronavirus registrada, consta de dos dosis aplicadas con un intervalo de 21 días: la primera se basa en el adenovirus humano tipo 26 y la segunda, en el adenovirus humano recombinante del tipo 5.
Tiene una eficacia del 91,6% y se demostró que es seguro y que la respuesta en los mayores de 60 años es similar al del resto de la población, de acuerdo a los resultados de Fase 3 publicados en la revista británica The Lancet.