Tras resaltar el impacto del nuevo Estatuto del Peón Rural, casi dos años después de su sanción, Martini atribuyó los avances en la registración a “una cantidad de acciones en territorio, con un abordaje participativo junto con provincias, municipios y otros ministerios y organismos del Estados nacional”.
“El Estado recupera el rol que nunca debió perder en cuanto al control del registro y la capacitación de los trabajadores rurales”, dijo el funcionario a Télam.
Como ejemplo de los avances, mencionó el caso de la producción de semillas híbridas, donde en 2011 había 11.700 trabajadores en blanco, se pasó a 26 mil en 2012 y hoy llegan a casi 28 mil.
En ese sentido, precisó, el blanqueo laboral en esa actividad creció 132%; y subrayó la mejora en el nivel de ingresos declarados por los empresarios, «que como mínimo se han duplicado”.
Para el titular del Renatea, los progresos son fruto de la “concertación con sectores empresarios y trabajadores; una muy fuerte presencia del Estado con la inspección y el control; y un trabajo interdisciplinario con AFIP, ANSES, los ministerios de Trabajo, Seguridad, Interior y Justicia y otros organismos”.
En cuanto a los convenios con entidades empresarias, Martini anticipó que próximamente incluirán al sector forestal y a la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME), que agrupa a la mayor cantidad de federaciones de pequeños y medianos productores.
“En materia de la inspección -añadió- hemos llegado a más de 4 mil trabajadores e invariablemente encontramos casos de trata laboral y de trabajo infantil”.
“En esos casos se hacen las denuncias a la justicia, porque se trata de delitos penales, y ya hay provincias donde hubo detención de empresarios que tenían a menores trabajando”, resaltó.
El Renatea también realiza el seguimiento de esas situaciones extremas, lo cual implica resolver aspectos como el alojamiento, el transporte para que los trabajadores explotados vuelvan a su domicilio, e inclusive, como ocurrió en Mendoza, la reinserción laboral negociada con una cámara de productores.
“Esto ha pasado también en Salta, La Rioja, Jujuy; nuestra tarea no sólo es ver si están registrados, sino que detrás de cada acción está mejorar la calidad de vida del trabajador desprotegido”, indicó Martini.
Para el funcionario, el accionar ilegal de muchos empleadores “tiene una base económica: al empresario le conviene tener al trabajador no registrado porque implica no hacerse cargo de lo que le corresponde pagar por jubilación, obra social, etc.”.
Además, “al tener al peón en condición de anónimo, el empresario puede someterlo a situaciones de trabajo que rayan con la trata laboral, ya que no se ve obligado a darle vivienda, ni alojamiento, ni comida”, detalló Martini.
“En los casos más comunes -sostuvo- encontramos trabajadores aislados que compran la comida vía vales al empleador y cobran lo que resta, en un esquema que funcionó durante muchos años”.
Según el funcionario, “no es una cuestión generalizada, pero amparados en usos y costumbres, y en la idea de que `siempre fue así`, todavía hoy se encuentran muchos ejemplos de abusos, sobre todo a medida que nos alejamos de los centros más poblados”.
Martini recordó que el Estatuto del Peón es “muy progresista” en este sentido, ya que supera incluso las condiciones de la Ley de Contrato de Trabajo y a muchos de los convenios colectivos que hay en el sector rural.
El titular del Renatea destacó además los resultados en la capacitación, que ya se concretó con más de 250 grupos de peones, y el aliento a que los trabajadores tengan organizaciones propias.
«Nosotros, como Estado nacional y como proyecto, podemos estar o no en el futuro, pero los trabajadores organizados siempre van a estar», concluyó Martini