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Belleza: cómo llegar a la cuarta edad en plenitud

El cuerpo se compone, según la clasificación de Wang y Col de 1992, de distintos elementos, según se trate del nivel atómico (hidrógeno, nitrógeno, oxígeno, carbono, minerales), molecular (agua, proteínas, lípidos), celular, anatómico (tejido muscular, adiposo, óseo, piel, órganos y vísceras) e íntegro, referido a la masa, densidad y volumen corporales.

 

Ahora bien, dentro de esta infinidad de partes que forman el “todo”, hay ciertos componentes esenciales que resultan vitales para el buen funcionamiento del cuerpo. Y cómo nos preparemos hoy, será nuestro futuro.

 

La mujer que se quiera ser a los 70 años debe ser construida a partir de hoy.

 

A continuación, una serie de componentes que vale la pena resguardar del paso del tiempo.

 

Oxígeno

 

La baja concentración de oxígeno en la piel hace que ésta se vea pálida, fría y tenga mayor tendencia a las arrugas.

 

Del mismo modo que nuestro organismo necesita el oxígeno para sobrevivir, a nuestra piel se le hace imprescindible el oxígeno para mantenerse sana y fuerte ante los agentes externos. Es justamente ésta la razón por la cual los métodos de modelación corporal que combinan actividad física con sesiones de oxigenoterapia dan tan buenos resultados.

 

El oxígeno beneficia a la piel por sus propiedades:

 

• Energizantes: suministra la energía necesaria para que las células puedan sintetizar ATP, adenosín trifosfato, nucleótido básico en la obtención de energía celular que entre sus funciones se destacan la división celular, síntesis de nuevas moléculas y producción de energía

 

• Vitalizantes: favorece la regeneración celular.

 

• Purificantes: elimina las impurezas existentes en la superficie cutánea y evitando la proliferación de bacterias.

 

• Anti-estrés: atenúa los signos de fatiga.

 

Agua

 

Al beber más de 2 litros de agua por día, el organismo comienza a eliminar líquido, aumentando el gasto calórico en 100 calorías.

 

El agua es un nutriente esencial que constituye el 60% del peso corporal y está involucrada en diversas y vitales funciones orgánicas. Actúa como vehículo de nutrientes y otras sustancias en el sistema circulatorio, cardiovascular, renal y hepático, además de lubricar tejidos y articulaciones.

 

Por paradójico que parezca, la reacción natural del cuerpo frente a la falta de ingesta de agua es la retención de líquido. Al beber más de 2 litros de agua por día, el organismo, sabio, comienza a eliminar líquido por orina y transpiración, aumentando el gasto calórico en 100 calorías y favoreciendo una mayor eliminación de toxinas.

 

Además, el agua provoca una saciedad natural, que no contiene calorías. Beberla ayuda a controlar la ansiedad y la “sensación de hambre”. De ahí que los médicos recomiendan beber un vaso de agua antes de cada comida para generar una sensación de saciedad, que se traducirá en menor cantidad de alimentos ingeridos a la vez que estimula la diuresis y la eliminación de toxinas.

 

Enzimas

 

Las enzimas son sensibles al calor y si se realiza actividad física en módulos térmicos se acelera la quema de grasas.

 

Las enzimas actúan como verdaderos “demoledores” de la adiposidad y reductores de la celulitis. Lo que biológicamente ocurre en nuestro cuerpo es lo siguiente: la grasa corporal externa funciona como un aislante que ayuda al organismo a mantener la temperatura corporal a 37 grados, lo que es indispensable para el funcionamiento de los órganos internos y también para la supervivencia. Si el cuerpo queda expuesto al frío, el uso de grasa con fines energéticos (consumo de grasa) estará inhibido, ya que el organismo la acumulará justamente para aislarse del medio hostil.

 

Por el contrario, si el cuerpo se expone al calor, se verá favorecida la eliminación de grasa porque el organismo reconocerá que no la necesita como aislante. ¿Cómo sucede esta reacción química en nuestro cuerpo? La lipólisis enzimática se produce cuando hay una degradación (quema) de los triglicéridos almacenados en los adipocitos (células que contienen grasa), es decir, cuando se disuelven los adipocitos transformando la adiposidad (grasa) en material energético.

 

Es por ello que la realización de actividad física durante sólo 30 minutos en módulos térmicos rinde mucho más que 30 minutos de gimnasia modeladora, ya que el organismo reacciona con sudor y un mayor aporte de sangre a los tejidos periféricos, procesos que implican gran consumo de calorías y aumentan la lipólisis provocando una modificación metabólica general. Dentro de un módulo térmico se recrea la temperatura fisiológica ideal que permite acelerar la lipólisis, responsable de la destrucción de las adiposidades localizadas.

 

Endorfinas

 

Las endorfinas (conocidas como las hormonas de la felicidad) son péptidos que funcionan como neurotransmisores y son producidas de forma natural por la glándula pituitaria y el hipotálamo.

 

Es sabido que la actividad física regular, realizada con una sobrecarga normal, aumenta las endorfinas. Éstas tienen un potente efecto como antidepresivos, aumentado el bienestar y la autoestima.

 

Las endorfinas también son las responsables por moderar el apetito, fortalecer el sistema inmune, aumentar el deseo sexual y crear una sensación de bienestar general y plenitud en la persona. Mente sana en cuerpo sano.

 

Por: doctora Silvia Caminotti (MP 23515), médica del staff de Figurella

 

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