Antes y después del penal malogrado, el conjunto `millonario` mostró una mayor posesión de la pelota, pero acusó el mismo déficit que exhibió a lo largo de este certamen en donde prometió convertirse en protagonista y asoma en la mitad de la tabla.
La falta de generación de juego y la escasa contundencia en los metros finales fueron factores que conspiraron para que el equipo de Núñez se quedara con la victoria.
Para este encuentro y con el propósito de cambiar la imagen que dejó el fin de semana último con Newell`s (0-1), el técnico riojano dispuso los ingresos desde el minuto inicial de Jonathan Fabbro y Rodrigo Mora, dos de los jugadores relegados y con pocos minutos en el presente campeonato.
Sin embargo, más allá de arrestos individuales, más allá de que dispuso de chances claras para marcar, a River le costó generar un `fútbol de sociedades` y no le alcanzó para diseñar un funcionamiento colectivo aceitado.
La primera oportunidad concreta quedó en los pies del uruguayo Mora, después de una buena habilitación de Fabbro que derivó en un remate de Gutiérrez que tapó bien el arquero visitante, Sebastián Blázquez, de destacada labor.
Belgrano, con el libreto de casi siempre, salió a esperar y, agazapado, intentó lastimar de contra. Y tuvo también sus ocasiones, como en un cabezazo de Luciano Lollo, que se fue desviado.
Fabbro, de lo mejor del equipo de Núñez, también tuvo dos chances inigualables: en la primera, despachó un remate que tapó muy bien el guardavallas `celeste` y en la segunda, sacudió el travesaño con un remate fortísimo.
En la segunda parte, River continuó con la misma tónica y tuvo una oportunidad inmejorable a los 4m., cuando el árbitro Diego Ceballos sancionó penal por una falta imprudente que Lollo le cometió a Mora.
La ejecución, a cargo del colombiano Gutiérrez, prolongó una racha singular que el `millonario` tiene con los penales cada vez que enfrenta a Belgrano.
La pelota se fue muy por encima del horizontal y el marcador no se quebró. Entonces, los nervios se apoderaron de los jugadores locales.
A River le empezó a costar la elaboración de fútbol y todo fue a los ponchazos, sin ideas.
Inclusive, el elenco `millonario` se expuso a la contra de Belgrano y el once cordobés estuvo cerca de entregar la sorpresa mayúscula, con una aparición del ingresado Ezequiel Maggiolo que quedó mano a mano con Marcelo Barovero y permitió una muy buena respuesta del guardavallas santafesino.
Así, el público local se fue envuelto en indiferencia para con sus jugadores, incluso con algunos gestos de reprobación.
Los cañones apuntan, decididamente, al cruce de cuartos de final de Copa Sudamericana ante Lanús.