Se trata de José Luis Vaillard, detenido en la cárcel de Paraná desde septiembre de 2013, luego de un procedimiento realizado por efectivos de la Policía de Entre Ríos en Avenida Almafuerte 1.750. En la casa de Vaillard, lindante al local donde funcionaba un prostíbulo que regenteaba su padre.
En la audiencia, el fiscal José Ignacio Candioti señaló que el joven no recibirá «ni la pena mínima ni una pena elevada, es la pena justa».
Vaillard, por su parte, se presentó como adicto, dijo haber sido iniciado por su padre en el consumo de estupefacientes, pero que está haciendo un tratamiento de rehabilitación y que quiere recuperarse.
El fiscal reconoció la condición de adicto de Vaillard, pero remarcó que «si bien la cantidad de droga incautada era escasa, había elementos que acreditaban el comercio» e insistió en que «la droga que la Policía incautó en su domicilio era para comercializar», y lo sustentó en los mensajes de texto que surgen de los teléfonos que le secuestraron al joven y las tareas de vigilancia realizadas por la Dirección Toxicología que constataron vinculaciones entre Vaillard y un primo suyo, Ariel, también condenado por narcotráfico.
El muchacho, que hoy tiene 25 años, pidió además que se contemple el «estímulo educativo», una figura que prevé una reducción de la pena para aquellos detenidos que completen y aprueben satisfactoriamente estudios primarios, secundarios, terciarios o universitarios. Candioti aclaró que para ello debe primero ratificarse la condena y luego el caso tendría que ser analizado en otra instancia por la jueza de ejecución.
La jueza Lilia Carnero adelantó que no se opondrá al acuerdo y le recomendó a Vaillard que trabaje en la cárcel «porque eso le va a permitir tener un trabajo digno para mantener a su familia».
Los prostíbulos
En la casa de Vaillard se incautaron 16 gramos de cocaína, 12 gramos de marihuana, 114 semillas y una planta de marihuana, 75 estampillas de ácido lisérgico y 25 troqueles de LSD, recipientes vacíos de Ketamina, ácido sulfúrico e hidróxido de sodio, además de dos balanzas digitales, recortes de nailon, siete teléfonos celulares y dinero en billetes de distinta denominación.
Los investigadores habían llegado hasta allí luego de una investigación surgida por una denuncia que recibió la Dirección Toxicología en la que se mencionaba que Vaillard se dedicaba a la comercialización de estupefacientes, lo que fue corroborado a partir de una investigación preliminar que incluyó escuchas telefónicas e interceptación de mensajes de texto entre Vaillard y supuestos clientes.
En las comunicaciones surgían vínculos entre los primos José Luis y Ariel Vaillard, también condenado por tráfico de cocaína, marihuana y ácido lisérgico.
La vivienda de José Luis estaba al lado del prostíbulo Barrabás, que regenteaba el padre de Vaillard, del mismo nombre. Fue él, según dijo ayer, quien lo introdujo en el consumo de estupefacientes. Chiqui Vaillard, como le decían, fue regente de los prostíbulos Barrabás y Barracuda (sobre la Ruta Nacional 18), en Paraná, también administraba otros locales del rubro en Santa Fe y hace unos años se lo vinculó también al negocio de la droga en ambas capitales. Su hermano, Julio Pedro, regenteaba el prostíbulo Reina de la Noche.