Después de la pésima campaña de Boca durante el tercer mandato de Carlos Bianchi, Rodolfo Arruabarrena logró reactivar a un club desmoralizado y recuperó varias virtudes del histórico Xeneize. Sin embargo, su era en La Bombonera sufrió varios cachetazos de importancia histórica: perdió frente a River en las semifinales de la Copa Sudamericana y nuevamente frente a su acérrimo rival en los octavos de la Libertadores.
Marcado por dos frustraciones trascendentales y sin títulos pese a tener uno de los planteles más importantes de la Argentina, el Vasco renovó sus ilusiones con la llegada de Carlos Tevez, lo que supone un handicap inigualable pero a la vez una presión que lo llevó a ponerse un plazo: «Si no logramos un título, en diciembre estaré en casa cenando con mi familia. Boca hace 3 años que no gana un título y eso es mucho tiempo».
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Sobre el arribo del Apache, el Vasco aseguró que «nuestro deber como cuerpo técnico es acoplar a Tevez al equipo» y volvió a ponderarlo como el mejor jugador de la Argentina. Sin embargo, confirmó que Daniel Díaz seguirá siendo el capitán del equipo.
Asimismo, evitó referirse a Juan Román Riquelme, quien había criticado el funcionamiento del equipo que dirige y quien había manifestado hace unas semanas que el último año con el Vasco fue el peor de los últimos veinte de la entidad azul y oro. «No me enojé por lo que dijo Román. Sería tonto, es un ídolo del club» afirmó en Fox Sports.