
Durante varios días representantes de las fuerzas mencionadas trabajaron codo a codo para combatir el siniestro. Tras lograr terminar con las llamas, continuaron en el lugar realizando guardias de control para evitar que se reavive en algún sector, además de patrullajes continuos con el avión.
Fueron alrededor de 1.100 las hectáreas afectadas, se trata de un bosque nativo virgen con zonas que son inaccesibles por tierra, por eso la necesidad de atacar el fuego con aviones. En el lugar trabajaron por jornada entre 60 y 70 brigadistas y personas del Plan del Fuego, bomberos voluntarios de María Grande, Hasenkamp, Seguí, Crespo, Bovril, Viale y Villaguay, personal de la Policía Rural y Forestal y una brigada especial que vino de Apóstoles, provincia de Misiones. El incendio no se produjo en cercanías a ninguna población y se solicitó a los propietarios del campo que retiren los animales que estén cerca del foco para evitar que sean alcanzados por las llamas. (El Observador)