

Automovilistas que pasaban por el lugar dieron aviso a la Policía y a los Bomberos. Algunos camioneros colegas se detuvieron para ver si podían ayudar en algo, pero las llamas para ese entonces se habían adueñado de la cabina. Finalmente, no se pudo evitar la destrucción total de la cabina.
El procedimiento de los Bomberos no sólo fue a apagar las llamas, sino que debieron enfriar el acoplado para asegurarse que todo estaba totalmente controlado.