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Con fuerte operativo de seguridad privada se realizó inspección judicial en el Seminario.

 

 

 

 

 

El juez de Instrucción de Paraná, Alejandro Grippo, se hizo presente, junto a los abogados querellantes, defensores y fiscales, en el Seminario Arquidiocesano de la capital entrerriana, desde las 19. Realizaron la inspección judicial con el fin de reunir elementos en el marco de la causa contra el sacerdote Justo José Ilarraz, acusado de abusar de menores que estudiaban en esa institución católica entre 1984 y 1992.

La inspección, “nos sirvió para tener en cuenta las dimensiones y características del lugar donde sucedieron los diferentes abusos sexuales”, detalló a Elonce TV, el abogado querellante, Marcos Rodríguez Allende, a Elonce TV, en referencia a la habitación, el baño y una pequeña oficina, que ocupaba Justo Ilarraz, en aquel momento, por los hechos que se investigan.

Indicó que lo acontecido hoy, resulta “muy útil” porque “condice absolutamente con las declaraciones testimoniales que fueron brindando a lo largo de las diferentes denuncias, las distintas víctimas. Lo que han referido ha sido absolutamente veraz y coherente con esta inspección judicial”.

La inspección hizo foco en “dos habitaciones unidas por un pasillo y un baño”, detalló al abogado querellante, lugar que consideró “sumamente relevante” en la causa.

Walter Rolandelli, también querellante, expresó que, en relación a “los pabellones donde dormían los chicos”, que fueron “modificados con el tiempo”, “no surgieron grandes conclusiones”.

Destacó que de acuerdo al relato de las víctimas, “la seducción comenzaba en el pasillo, donde luego se los llevaba a las habitaciones o al baño, donde ocurrían estos aberrantes hechos”.

“Al lado de la habitación de Ilarraz, estaba la habitación de monseñor Puiggari. Todas las descripciones que dieron las víctimas, coinciden”, agregó Rolandelli.

El abogado querellante, Milton Urrutia, antes de ingresar al procedimiento judicial, confió a Elonce TV que volvió al Seminario, tras “más de 20 años”. Contó que la habitación que tenía el cura Ilarraz, en aquélla época, se halla “a unos 200 metros de la entrada”.

Mencionó que la querella no pidió la inspección ocular, aunque, dijo, “vamos a rememorar hechos que se vivenciaron, y recuerdos que van a venir a la memoria. Tratan de ver los lugares en que el padre Justo abusaba de los menores, y las circunstancias en que nos encontrábamos”.

“Los que tienen responsabilidad son Esteban Karlic y Juan Alberto Puiggari, no así Maulión, que se enteró de esto en septiembre de 2010”, hizo hincapié el letrado.

En el lugar, desde la mañana de este lunes, hubo un “fuerte operativo de seguridad privada”. Estuvo vedada la entrada a periodistas.

 

Fuente: Once