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Confesó el principal acusado de asesinar a Fabián Gutiérrez: «El plan era robar los dólares que tenía»

Facundo Zaeta aseguró que fue su cómplice, Facundo Gómez, de haber planeado «todo» y negó haber sido el autor material del homicidio.

Facundo Zaeta, uno de los cuatro detenidos por el crimen del ex secretario de Cristina y Néstor Kirchner, Fabián Gutiérrez, en El Calafate, Santa Cruz, admitió que sedujo al empresario con intenciones de robarle dinero y culpó al también apresado Facundo Gómez de haber ideado el plan y luego haberlo asesinado.

En un escrito que presentó en el marco de la causa que lleva adelante el juez Penal de El Calafate Carlos Narvarte para ampliar su indagatoria, Zaeta (19) dio detalles de lo sucedido la noche del crimen, en el que involucró además al detenido Pedro Monzón y del cual desvinculó a su hermano Agustín, también imputado.

«Nunca tuve intenciones de lastimar o quitarle la vida a Fabián Gutiérrez, siempre fui con la idea que me había dado Facundo Gómez, que era robar los dólares que él tenía«, manifestó Zaeta (19) en el escrito presentado por sus defensores, Carlos Muriete y Jonatan Masters, a cuyo contenido accedió la agencia de noticias Télam.

Tras asegurar que él y Monzón fueron utilizados como «peones» por Gómez, el joven detalló que comenzó a vincularse con Gutiérrez unos cuatro meses antes del homicidio por Whatsapp, cuando el empresario lo contactó «con intenciones sexuales».

«Le sigo la corriente y pasamos a comunicarnos a través de Telegram que era más secreto y más íntimo, y así nos empezamos a conocer telefónicamente, por nuestras inclinaciones y gustos sexuales», relató Zaeta.

El joven contó que, dos meses antes del homicidio, se encontró con Gómez, quien era su amigo, y le comentó el intercambio que mantenía con Gutiérrez, momento en que éste le propuso un plan para seducir al empresario, «concertar un encuentro sexual, luego reducirlo y taparle los ojos para robarle«.

Zaeta dijo que, tras aceptar la idea, estuvo dos meses en contacto con Gutiérrez «enviando fotos de alto contenido sexual y todo tipo de comentarios para lograr su atención», lo que realizaba usualmente en presencia de Gómez, quien le «decía qué tenía que decirle».

Según Zaeta, un día antes de fijar el encuentro con el empresario, Gómez le dijo que iría acompañado por Monzón, a quien él no conocía, ya que era «un gigante que hacía judo profesionalmente, que era de extrema confianza y daría la vida por él».

Sobre el día del encuentro con la víctima, relató: «Siguiendo el plan que me había trazado Facundo Gómez, Gutiérrez me pasa a buscar e ingresamos a su casa. Una vez en su interior, inmediatamente le pegué dos golpes en la mandíbula, porque practico boxeo, y lo desmayé, golpeándose la cabeza cuando cae al piso, por lo que comenzó a sangrar».

«Lo quise atar con precintos pero se rompían así que opté por hacerlo con unas sogas, con las manos en la espalda, y comencé con una venda a cubrirle los ojos para que no vea nada», continuó.

Según su versión, cuando el ex secretario presidencial ya estaba reducido, ingresaron «por el mosquitero» Gómez y Monzón, y el primero «se hace cargo de la situación, comienza a preguntar distorsionando la voz, dónde estaba el dinero, amenazando a Gutiérrez», quien en todo momento decía «que no sabía de qué hablaba, que no tenía ningún dinero».

A continuación, siempre según el relato de Zaeta, Gómez y él revisaron la casa en busca de dinero, se apoderaron de 90 mil pesos, y dejaron al empresario al cuidado de Monzón, momento en el que Gutiérrez logró zafarse y esconderse en un baño.

Allí empezó -según el relato- una lucha cuerpo a cuerpo entre Monzón, Gómez y la víctima, durante la cual se produjo el crimen.

«(Gómez) trae una piedra del patio de la casa y se la da en la cabeza varias veces a Gutiérrez, casi hasta reventarle la cabeza. No tranquilo con eso, agarró la soga y se la pasa alrededor del cuello, ahorcándolo», detalló.

«Me asusté, me asusté muchísimo. Mi único fin era sacarle el dinero, no dejarlo sin vida», aseguró Zaeta, quien describió que, tras ello, Gómez se fue y lo dejó con Monzón para que se encargaran de limpiar la casa.

Zaeta dijo que luego llevaron el cuerpo de Gutiérrez en su propia camioneta a la cabaña que alquilaba Gómez y que, tras ello, él y Monzón se bañaron en el quincho, se cambiaron la ropa y tiraron por ahí todos los elementos que habían utilizado para limpiar el lugar y la piedra con la que fue golpeado el empresario.

Tras la presentación del escrito, el juez Narvarte decidió realizar una inspección en el sitio donde Zaeta dijo haberse despojado de esas pruebas, con el fin de secuestrarlas e incorporarlas a la causa.