El rival de Boca fue un equipo plagado de argentinos, empezando por su entrenador, Fabián Bustos, y siguiendo por el arquero Javier Burrai (ex Guillermo Brown, de Puerto Madryn), Michael Hoyos (ex Estudiantes de La Plata), Damián Díaz (ex Rosario Central y justamente Boca), Leandro Martínez (ex Chacarita Juniors), Matías Oyola (ex River e Independiente) y Sergio López (ex Temperley).
Hasta entonces el equipo auriazul había oficiado más de «controlador» de las intenciones ofensivas de su rival que de ejercer el protagonismo del partido en este cruce de punteros del Grupo C que por diferencia de gol encabezaban los ecuatorianos y ahora también lo hacen con tres unidades de ventaja, al sumar tres victorias en la misma cantidad de presentaciones.
Pero después del gol de Garcés ya Boca no se pudo despertar más de esa anestesia que le había aplicado al partido desde el comienzo, y salvo un arrebato de fervor de Julio Buffarini que inquietó a Burrai, lo concreto fue que el «xeneize» nunca estuvo cerca del empate, ni aun cuando Russo dispuso el ingreso de Carlos Tevez junto a Gonzalo Maroni para tratar de insuflarle el fútbol del que por naturaleza carece este equipo.
De esta manera, Barcelona se quedó con todo para liderar con comodidad la zona con ideales 9 puntos al cabo de tres juegos, mientras que Boca se quedó con 6, y con 3, al golear por 5 a 0 como local al colista The Strongest, de Bolivia (0), se le arrimó Santos, de Brasil (goles de Marinho, Pirani, Vinicius, Braga y Malthus).