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Cuatro de cada cinco infartos en hombres se puede prevenir

Llevar una vida saludable, que incluya mantener un peso adecuado, una alimentación sana, ejercicio físico, no fumar y moderar la ingesta de alcohol puede prevenir cuatro de cada cinco infartos en hombres, según un nuevo estudio publicado ayer en el “Journal of the American College of Cardiology”.

Si bien la mortalidad por enfermedad cardiovascular ha disminuido en décadas recientes, y mucha de esa reducción se puede atribuir a las terapias médicas, los autores del estudio enfatizan que la prevención mediante un estilo de vida saludable evita los efectos colaterales de la medicación y es más costo-efectivo para la reducción de la enfermedad coronaria a nivel de la población mundial.

Para llevar adelante el estudio, los investigadores analizaron una población de 20.721 hombres suecos sanos de entre 45 y 79 años y les hicieron un seguimiento durante 11 años. Para evaluar las elecciones de estilo de vida se realizó un cuestionario acerca de los hábitos de alimentación, consumo de alcohol, consumo de tabaco, nivel de actividad física y adiposidad abdominal (grasa en la panza).

En el estudio, los hombres con el menor riesgo de infarto eran no fumadores, que caminaban o andaban en bicicleta por lo menos 40 minutos por día, hacían ejercicio físico por lo menos una hora por semana, tenían una circunferencia abdominal inferior a 95 centímetros, consumían cantidades moderadas de alcohol y llevaban una dieta sana, con consumo habitual de frutas, verduras, legumbres, nueces, productos lácteos bajos en grasas (descremados), granos de salvado y pescado.

Los investigadores observaron una clara reducción del riesgo de ataque cardíaco por cada factor de estilo de vida individual que practicaban los participantes en el estudio. Por ejemplo, llevar una alimentación de bajo riesgo junto con un consumo moderado de alcohol condujo a cerca de un 35% menos riesgo de infarto que el grupo de alto riesgo, es decir, el de aquellos que no practicaban ninguno de los factores de disminución de riesgo.

Los hombres que combinaron la dieta de bajo riesgo y el consumo moderado de alcohol con el no fumar, estar físicamente activos y tener una baja cantidad de grasa abdominal, tuvieron un 86% menos riesgo de infarto. Los investigadores hallaron resultados similares en los hombres con hipertensión y niveles elevados de colesterol.

“No es una sorpresa que la elección de hábitos de vida saludables conduzca a una reducción de los ataques cardíacos”, afirmó la doctora Agneta Akesson, profesora del Instituto de Medicinal Ambiental del Karolinska Institutet, en Estocolmo, y autora principal del estudio. “Lo sorprendente es el modo drástico en que se redujo el riesgo debido a estos factores”, añadió.

La carga de la enfermedad cardiovascular puede reducirse de manera significativa mediante programas dirigidos a hombres que promuevan elecciones de estilo de vida de bajo riesgo. Incluso en aquellos hombres que toman medicación pero que llevan un estilo de vida saludable, se observó una reducción adicional del riesgo de enfermedad cardíaca crónica.

“Es importante resaltar que estas conductas de estilo de vida son modificables, y pasar de conductas de alto riesgo a otras de bajo riesgo puede tener un gran impacto sobre la salud cardiovascular”, afirmó Akesson, quien para concluir reflexionó: “Sin embargo, lo mejor que uno puede hacer es adoptar un estilo de vida saludable desde temprana edad”.