La dieta genética no se basa en contar calorías, vitaminas, grasas, proteínas o carbohidratos. La dieta genética, en cambio, se cuestiona las reacciones del cuerpo con la comida. Los genes son los que reaccionan a la forma en la que se vive y cada alimento consumido se procesa en el tracto intestinal, descomponiendo los nutrientes esenciales y desencadenando reacciones de bacterias. «Es un proceso químico», explicó Deepak Chopra, autor de Super Genes, libro que aborda esta temática.
Si el alimento que se consume tiene una reacción dinámica, fluida y constante en el cuerpo tiende a no absorberse y a no ser guardado como grasa. Descubriendo que el alimento que inflama el intestino genera hinchazón en el cuerpo. Los tejidos inflamados suelen provocar dolor y si la inflamación es excesiva, puede tener efectos negativos de retención de liquido.
«Super Genes cuenta que en los últimos años, la genética está experimentando una revolución que por primera vez abre el camino para que las personas influyan en su propia actividad de los genes. Sólo el 5% de las mutaciones de genes relacionados con la enfermedad son completamente determinantes, mientras que el 95% restante puede ser influenciada por la dieta, el comportamiento y otras condiciones ambientales», dijo Chopra.
MANTENER SANO EL INTESTINO ES UNO DE LOS FACTORES MÁS IMPORTANTES DEL BIENESTAR DEL CUERPO
La dieta hace enfoque en dos cosas: poner atención a los alimentos que se eligen y nutrir a los microorganismos para que puedan combatir la inflamación del proceso digestivo.
¨Los pescados grasosos, las moras, las nueces, las semillas, los granos integrales, los vegetales de hoja color verde oscuro, la soja y los lácteos bajos en grasa, los pimientos, los tomates, el ajo y el aceite de oliva son muchos de los alimentos permitidos en la dieta que no inflaman el intestino¨, contó el autor de Super Genes.
Consejos para cuidar el intestino
- Agregar probióticos a la dieta, particularmente en alimentos como el yogur activo.
- Evitar los alimentos blancos: el arroz, el trigo y el azúcar procesados son los principales ejemplos. Estos alimentos hacen que se pierda casi toda la fibra.
- Evitar el exceso de grasas y de carbohidratos simples (que usualmente se encuentran en todos los alimentos procesados y en la comida chatarra)