Viviana tiene abiertas tres causas por violencia de género y hace dos años lucha por salir de un calvario. Pasó 20 años casada con un hombre que la maltrató, hasta que en 2014 la golpeó en el pecho, provocándole un traumatismo de mama. Ese fue su límite.
«Se llama Sergio Fabián Chiappesoni y tiene armas en su poder. Cuando ocurrió eso me fui de casa. Estuvimos un mes y medio en Santa Fe con mi hija, viviendo en casa de familiares. El juez realizó una exclusión de hogar y el 30 de abril de ese año regresamos a mi hogar. En ese momento, la casa estaba deplorable. Él se había llevado las pertenencias de mi hija, su cama estaba toda sucia, había metido gente, le quería hacer daño. Los dos perros de la nena estaban encerrados en jaulas, sin comida ni alimento», contó a Elonce TV.
A partir de aquel día comenzó a sufrir persecuciones y amenazas. «Hay gente que nos controla. En septiembre presenté el divorcio y por eso él firmó dos pagarés al mes de agosto y luego dijo que no los podía pagar. En octubre tenía al juzgado diciéndome que mi casa tenía un embargo y me la iban a rematar sino la vendía. A mi primera abogada la hostigaban y dejó el caso. Lo tomó otra sin avisarme y el acuerdo era dejarme la casa con el problema que tenía. Una vez más tomó mi caso otra abogada que dice que faltan papeles de un expediente. También me decían que tenía que firmar un acuerdo de divorcio porque el prestamista me iba a rematar la casa en tres meses. Asustada firmé y no me conviene, porque es una cuota de alimentos para mi hija de 1000 pesos. Soy jubilada por incapacidad, solo vivimos de eso», relató.
La mujer y su hija no han dejado de atravesar situaciones de hostigamiento. Meses atrás, el hombre clausuró una puerta y ventana de la casa con un cartel de venta del inmueble.
«Después de dos años de lucha lo único que conseguí es la restricción, solo porque tiene armas», se lamentó. Elonce.com