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El Matador le manoteó la ilusión

Los cimientos del Cilindro de Avellaneda vibran. Su gente expectante y numerosa busca que sus representantes dentro del campo de juego tomen el protagonismo que jugando en ese estadio debe ser irrenunciable. Sin embargo desde el césped los que se calzaron la celeste y blanca otra vez necesitaron otro tipo de sacudón para reaccionar. Como 72 horas atrás Racing asomó con demasiada cautela en los primeros minutos del partido y lo pagó demasiado caro. Porque entró dormido, tibio, cedió terreno, le dejó tocar demasiado la pelota a Tigre y sin ningún registro de la actitud mostrado en la fecha inaugural ante Colón. Y para peor, como una repetición al clásico con San Lorenzo, otra vez los rivales sacaron provecho.

Este equipo pergeñado para correr de atrás, para luchar y hasta por momentos contraatacar, sufrió y padeció la apertura del marcador en el mismo minuto fatídico en el que falló ante San Lorenzo. Ocho minutos transcurrían cuando una vez más la defensa local hilvanó demasiados errores como los de cometer una falta tan cerca del área o no tomar el rebote, o que otra vez un hombre quede enganchado como lo hizo Esteban Saveljich, quien habilitó a Ignacio Canuto. El ex Argentinos tuvo todo el tiempo necesario para acomodar el balón y liquidar de zurda a Sebastián Saja, además de silenciar a todo el estadio.
El murmullo empezó a bajar desde las tribunas y si bien no llegó a instalarse, denotó la bronca del hincha que sintió como la remake estaba en marcha. Sin embargo la fe pudo más y si bien Racing no parece convencerse de que puede y tiene con qué ser protagonista, igualmente despertó ilusiones a fuerza de centros y las apariciones del talentoso Rodrigo De Paul. Primero por izquierda, luego por el medio o con remates de media distancia, el joven de Sarandí fue el que se encargó de adelantar a Racing en el terreno, incluso hasta ponerlo a tiro del empate.
Las apariciones de Javier García, como también las propias imprecisiones del conjunto de Mostaza Merlo impidieron que ese avance se concrete en el marcador. Claro que si bien De Paul se hizo cargo de la recuperación, que los demás no lo hayan hecho provocaron que sólo dependiera del 10. La poca proyección de los laterales, el notorio escaso conocimiento y trabajo en conjunto entre una dupla de mediocampistas centrales prácticamente nueva con el debut de Francisco Cerro junto a Bruno Zuculini y el abuso de jugadas terminadas en centros para dos atacantes de baja estatura como son Valentín Viola y Gabriel Hauche, estrecharon cualquier posible resurrección.
Como reconociendo esa escasa potencia ofensiva, Merlo decidió el ingreso de Luciano Vietto por José Luis Gómez y mandó a Zuculini, una de las cartas de gol del ciclo anterior, al lateral derecho. Aunque ni ese mediocampo más despejado, ni mayores cartas de peso para asustar a Tigre, pudieron torcerle el brazo al Matador. Los de Fabián Alegre, que en el período inicial se pararon lejos de su arco y con ganas de golpear constantemente, activaron las murallas con el correr de los minutos, para lo cual se vieron obligados a desproteger los laterales, sabiendo que allí no sufriría contratiempos.
Sin orden alguno, con intentos desprolijos y hasta con el Chino Saja yendo a buscar el cabezazo heroico en el minuto final, Racing pudo haberse llevado una merecida unidad. Aunque la quietud del inicio y la aceleración sin claridad del final, lo condenaron a otra dolorosa derrota.
COMENTARIO
Pareció una historia repetida para el hincha de Racing. Y si bien es cierto que con empuje y algo de desorden llegó a generarle algo de peligro a Tigre, lo suyo no convenció. El local terminó abusando del pelotazo y dejando demasiado solo en la gestación del juego al pibe Rodrigo de Paul. La expulsión de Ortiz fue una clara muestra del nerviosismo con el que jugó todo el segundo tiempo la Academia. El zaguero le pegó sin pelota a Peñalba. El nerviosismo le jugó una mala pasada a los hombres de Mostaza Merlo.
LA FIGURA
Joaquín Arzura: especialmente por lo hecho en el primer tiempo en el que fue muy criterioso para manejar los tiempos y la pelota en Tigre. Además, en el complemento le agregó la dosis de sacrificio que necesitaba el Matador.
INTELIGENCIA
“El equipo estuvo ordenado, hicimos el gol y supimos mantener la diferencia. Creo que fuimos muy inteligentes.”
Ariel Nahuelpan
GOLEADOR
7
goles convirtió Canuto en la primera del Fútbol Argentino. Los seis anteriores los hizo con la camiseta de Argentinos.
LA RACHA
5
partidos invicto acumula Tigre que en el Torneo Final no recibió goles en contra, con dos empates y un triunfo.
CONVENCIDO
”Atacamos los 90 minutos, buscamos siempre, pero nos faltó el gol. No hay nada que reprochar. Ustedes lo vieron.”
Reinaldo Merlo