La vocal del Tribunal de Juicio y Apelaciones de Paraná, Carolina Castagno, quien ofició de jueza técnica del juicio por jurado que se realizó en Paraná por el femicidio de Fátima Acevedo, resolvió este martes imponer la pena de prisión perpetua, con más las accesorias legales del art. 12 del Código Penal, por los delitos de lesiones graves en grado de tentativa calificadas por el vínculo y por haberse perpetrado en un contexto de violencia de género, para Jorge Martínez.
Jorge Martínez, de 35 años y que seguirá cumpliendo prisión preventiva en la Unidad Penal Nº 1 de Paraná, fue declarado culpable, por unanimidad del jurado popular, de los tres delitos cometidos contra Fátima durante una audiencia celebrada el 26 de febrero pasado en el salón de actos del Superior Tribunal de Justicia (STJ).
Jorge Martínez fue condenado a perpetua por el femicidio de Fátima Acevedo by ELONCE Paraná on Scribd
Este fue el segundo juicio por jurados por femicidio en Entre Ríos. El primero fue en la ciudad de La Paz, donde el jurado popular encontró culpable a Jonathan Rivero, quien fue condenado a prisión perpetua por el femicidio de Romina Roda.
Desaparición y tremendo asesinato
Al igual que otras víctimas de femicidio, y como ocurrió con el reciente femicidio de Úrsula Bahillo (18), Fátima había pedido auxilio en reiteradas ocasiones e, incluso, se difundieron tras su asesinato audios y mensajes en los que denunciaba su situación y la inacción judicial, policial y de otros organismos oficiales.
“Ya estoy podrida de denunciarlo en la policía y que nadie haga nada, ni la policía ni el juzgado ni nadie. Cuando termine muerta por culpa de él puede ser que la policía y el juzgado hagan algo”, le dijo Fátima a una de sus amigas días antes de desaparecer.
Fátima desapareció el 1 de marzo de 2020, tras salir de la Casa de la Mujer de Paraná, adonde estaba alojada con su pequeño hijo desde que había denunciado a su expareja seis veces por violencia de género.
Según la acusación fiscal, encabezada por Leandro Dato e Ileana Viviani, la relación entre la víctima y Martínez estuvo marcada por la “agresión, manipulación y violencia física y psicológica” por parte del acusado, quien intentó arrojarle ácido muriático en la cara a la joven, afiló una cuchilla intimidándola y además, le hizo numerosas amenazas verbales.
El 11 de febrero del 2020 Fátima había recibido un botón antipánico, pero no consideraron que el mismo no funcionaba, ya que la víctima, no contaba con servicio de datos en su celular. Además, Fátima se había mudado a la Casa de las Mujeres de Paraná, luego de haber denunciado a Martínez por intentar extraer dinero con sus tarjetas de cobro, que habían sido retenidas por el mismo.
También reseñó que el 1 de marzo a las 8, la joven se retiró de la residencia, tomó un remis y bajó en la casa de Martínez, quien “días previos le prometió, de manera insistente, que le iba a comprar un celular pero que tenía que ir a su domicilio”.
Una vez allí, añade la acusación fiscal, “se dirigieron hasta la zona de un aljibe, a unos 800 metros de la vivienda”, donde Martínez “le ocasionó la muerte mediante asfixia mecánica”, tras lo cual el cuerpo fue arrojado adentro de ese pozo.
El cuerpo de Fátima fue hallado una semana después del crimen, luego de que su familia denunciara su desaparición y se iniciara un amplio operativo de búsqueda, durante la cual el acusado quedó detenido preventivamente.
Finalmente, el 8 de marzo, se halló el cadáver en el fondo de un pozo de 18 metros de profundidad, en una zona descampada de Paraná.