La Aduana de Paraná denunció en la Justicia federal a un empresario de esta capital que vive desde hace un tiempo en Estados Unidos, por considerarlo responsable de Contrabando calificado, en el ingreso ilegal de una Ferrari y de una Hummer del país del norte hacia la capital de provincia.
La denuncia fue radicada en el Juzgado federal de Leandro Ríos por entenderse desde el organismo oficial con asiento en la zona portuaria de Paraná que quedó debidamente acreditada una maniobra fraudulenta por parte del empresario, de ingresar sin abonar los aranceles. De esta manera, se reclamó al juez el inicio de la investigación, como así también disponer el inmediato secuestro de la Ferrari en cuestión.
Se le recordó al magistrado que la importación de automóviles usados está prohibida, a excepción de un régimen para personas que viven en el exterior y acreditan sus intenciones de afincarse en la Argentina. A criterio de la Aduana, el empresario radicado desde hace 15 años en Estados Unidos y que tiene una casa en calle Medrano en el sur de Paraná, violó la legislación con el solo fin de traer vehículos de alta gama y no abonar los aranceles dispuestos.
Para la Aduana de Paraná hay elementos directos para producir el secuestro de un vehículo marca Ferrari modelo convertible 360 año 2002 chasis ZFFYT53AX20128858.
En la investigación a cargo de los organismos internos de la Aduana, tanto de Paraná como de Rosario y Córdoba, se recolectaron indicios que llevaron a poner en dudas el ingreso, hasta ese momento, legal de la Ferrari.
Por todo lo expuesto desde el organismo de control y fiscalización se le pidió al juez el secuestro del vehículo y una reclamo de cerca de 400.000 pesos más intereses por los aranceles no abonados.
Una maniobra de contrabando calificado
En los considerandos de la denuncia se hace saber que se habría violado el artículo 1.121 de la Ley Nº 22.415, configurando el delito de Contrabando calificado, haciéndose saber que el valor en plaza de la mercadería ha sido determinado en la suma de 372.013,80 pesos.
Para los investigadores de la Aduana, el empresario llegó a Paraná y tras estar un breve tiempo regresó a Estados Unidos, dejando el vehículo en manos de un familiar directo que fue el hijo.
En los distintos procedimientos, tanto el hermano como otros allegados se mostraron poco receptivos a brindar mayor información sobre el paradero de la Ferrari, pero así se hizo saber que era altamente probable que la misma fue escondida en una vivienda de Virrey del Pino, del barrio Belgrano de la ciudad de Buenos Aires.
Del cruce de información con otros organismos, se destacó que el mismo sospechoso ingresó un tiempo antes una camioneta Hummer que se encuentra en poder del hermano del sospechoso.
Fuente: Uno