El jugador de Boca Eduardo «Toto» Salvio se presentó finalmente en una fiscalía de la Capital Federal pasadas las 18:30 del jueves 14 de abril para dar su testimonio sobre la secuencia del incidente protagonizado con su exesposa en la madrugada de esa jornada, en el barrio de Puerto Madero. Ella, Magalí Aravena, lo denunció por un intento de atropello con su auto, mientras que él negó la acusación y relató lo ocurrido.
Además de presentar su testimonio, el delantero acusó a la madre de sus hijos de haberlo hostigado y ocasionado daños en su auto.
Tras los hechos, la Justicia porteña dispuso para el futbolista del «xeneixe» una serie de medidas restrictivas para este tipo de casos como una prohibición de acercamiento a menos de 300 metros del domicilio donde se encuentre la denunciante y la abstención de contacto con ella por cualquier medio salvo las cuestiones relativas a los hijos, señala TN.
También le impusieron una prohibición para conducir vehículos por 30 días y dar aviso a la fiscalía y/o el Juzgado Penal, Contravencional y de Faltas 12, en caso de que deba salir del país.
El hecho se registró alrededor de las 0.50 de la madrugada en la calle Azucena Villaflor y Juana Manso, en el citado barrio de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
La declaración completa de Eduardo «Toto» Salvio ante la Justicia
«Ante todo me gustaría aclarar previamente que con Magalí nos separamos desde principios de marzo. Tuvimos una cena en la que quedó claro la separación en buenos términos. Incluso en la cena ella me dijo que tenía una casa para alquilar en Olivos de la que yo tuve que firmar también. Al principio, la casa de Olivos estaba vacía, por lo que estuvimos conviviendo aproximadamente 15 días, pero como separados. Cada uno dormía en habitaciones distintas con los chicos.
Ella finalmente se mudó con los chicos hace 12 días, aproximadamente. La relación con ella era muy buena. Yo veía a mis hijos siempre que podía. Nos llevábamos bien, podía ver a mis hijos bien, no los veía cuando jugaba o concentraba. Muchas veces ella me mandaba mensajes y no tuvimos problemas. Yo le decía que siempre iba a estar para ella y los chicos. Le dije que nunca la iba a dejar mal parada y me dijo que la mitad era de ella. Le dije que eso no iba a ser problema. Hasta el día de ayer iba todo bien. Incluso ayer al mediodía me dijo que no le cortara las tarjetas.
Yo le dije que no lo iba hacer que nunca lo pensé. Reiteré que podía contar conmigo aunque estemos separados. Ella me dijo que hable con Valentino, con mi nene de 10 años, que no podía dormir por las noches. Ella me empezó a hablar bien, que a partir de ese momento me soltaba y que yo podía hacer mi vida. Sí me dijo, recuerdo, que no tuviera otro hijo porque ‘vas a quedar pelado por parte de tu exmujer y con otro hijo vas a estar más complicado’. No lo tomé mal. Me dijo que me cuidara. Me dijo que si podía irme a jugar afuera, que lo haga. Que si yo estaba con alguien y me quería la persona, me acompañaría. Que los nenes van a estar conmigo y podrían viajar. Eso sucedió al mediodía, aproximadamente.
En el mismo día de ayer (NdR: por el miércoles, día anterior al incidente), en horas de la noche yo hice un asado con dos amigos: xxx, xxx y Sol Rinaldi a quien conocía hacía una semana y ya estábamos saliendo, y su prima xxx. Cerca de las 22 o 23 horas, Sol Rinaldi saca una foto y hace una publicación en su cuenta de Instagram. Una foto mía haciendo el asado. Inmediatamente me llama mi ex mujer. Me voy a hablar al baño con mi exmujer, y ella estaba muy nerviosa. Me dijo «hijo de puta, te voy a arruinar la carrera vas a jugar a Nigeria, sácame a esa puta de mi casa». Frases de ese tenor, reiteradamente.
Yo le pedí que se calmara pero ella insistía: «sacala que ya voy para allá». Le pedí por favor que me deje hacer mi vida y fue ahí que comencé escuchar a mis hijos y que ella les dijo ‘cámbiense que vamos a ver a su papá, a la mierda de su papá’. Le dije que podía entender sus insultos, pero que no ponga a les nenes en el medio. Ella seguía insistiendo: «hijo de puta, te voy arruinar la carrera, sácame a la puta de esa casa». Yo le dije que tenía derecho a hacer mi vida porque estabamos separados.
Cuando llegó a donde yo estaba empezó agrediendome a mí y a romper más el auto. Ahí me fui, di una vuelta y me quedé a la vuelta. Nunca me di a la fuga. Me quedé en la esquina. Es cierto que estaba nervioso, no sabía que iba a pasar esto. Después la prima de Sol empezó a decir que no sabíia nada de Sol, que no quería dejarla sola y que si quería que nosotros nos fuéramos pero ella quería estar con su prima, que no quería que le pase nada.
Me pidió bajar del auto y se fue corriendo hacia el auto de xxx pensando que ella estaba ahí, pero Sol estaba en su auto, no participó de nada. Me quedé para ver qué pasaba y después me fui a lo de xxx hasta la cuatro de la mañana. A eso de las cuatro de la madrugada recibí mensajes de Magalí amenazándome, diciendo que todavía no había ido a lo penal, que si yo daba un paso en falso iba a ir en contra de mi persona.
Estuvimos hablando, le dije que las cosas no eran así. Me llamó y me dijo que la atropellé, que la lastimé, que la quería matar y yo le aclaré que nunca fue así. Ella me dijo que solo podía estar con ella, que quería que estemos los cuatro y que no podía aceptar que estuviera con otra mujer. Me cortó y yo estaba camino a mi casa porque tengo entrenamiento al otro día.
En el día de hoy por la mañana fui a entrenar como hago todo los días. Del club me dijeron que me tome el día para resolver el tema con la Justicia y me contacté de inmediato con mis abogados. Otro detalle que quiero agregar es que cuando la señora Magalí estaba viniendo a mi departamento, tengo registrados entre 6 y 9 llamados, pero no la atendía porque quería calmar a Sol. También quiero agregar que fue en esos momentos cuando xxx, amiga de toda la vida, me dijo que la atienda, que la veía que no la podía contener, que estaba sacada. Están todos los mensajes que tengo de xxx».