Las enfermedades crónicas no transmisibles causan alrededor del 60% de las más de 55 millones de muertes anuales notificadas en el mundo y un 46% de la carga mundial de morbilidad, según la Organización Mundial de la Salud (OMS); siendo casi un 50% de las mismas por causa cardiovascular.
“La mala noticia es que estas cifras, junto con la obesidad y la diabetes están siguiendo una tendencia creciente y preocupante. Más aún, en los países en desarrollo se estima que para el 2020 las enfermedades crónicas causarán tres cuartas partes de las muertes”, alertó el doctor Oscar Mendiz, jefe del departamento de Cardiología Intervencionista de la Fundación Favaloro.
Entrevistado por Doctor Vid, precisó que entre el 70 y el 75% de las defunciones por enfermedad coronaria, accidente cerebrovascular (ACV) o diabetes ocurrirán justamente en esas regiones del planeta más postergadas.
“Por estas razones, aquella última diapositiva que René Favaloro siempre mostraba al finalizar sus conferencias sobre by-pass coronario -una medida extrema ante el fracaso de la prevención- , enfatizaba y repetía la palabra prevención, algo que sonaba contradictorio en un cirujano cardiovascular”, recordó Mendiz.
“El mismo cirujano que en el año 2000, -prosiguió- en la reunión anual de la American Heart Association, invitado especial para la conferencia Paul D. White, llamaba la atención a los médicos del mundo, y en especial a los americanos, acerca de cómo la pobreza, la desigualdad, la inequidad y la falta de cobertura médica -que por ese entonces era de aproximadamente unos 40 millones de personas en Estados Unidos- eran causa de enfermedad y muerte, en especial la cardiovascular. El doctor era aplaudido de pié”.
LA LLAVE
Por estos motivos Mendiz enfatizó que la prevención es la llave para cambiar un modelo de medicina basada en los tratamientos y prácticas, que es muy difícil de ser soportado a largo plazo “ya que la extraordinaria evolución de la ciencia y la tecnología que nos hacen vivir más y mejor, también lo hacen hoy extremadamente costoso”.
”Dicho esto, también vale la pena rescatar el discurso del Presidente de la Sociedad Europea de Cardiología, el profesor Panos Vardas, quien en la Biblioteca Alejandrina, hace dos años dijo que por más que se nos critique, los cardiólogos hemos prolongado la vida casi 10 años. Pero tanto él como todos nosotros sabemos que lejos estamos de haber logrado un objetivo de máxima”, expresó el experto de la Fundación Favaloro.
En opinión de Mendiz, el envejecimiento global de la población trae aparejado un incremento exponencial de los requerimientos y el gasto asistencial que confirman que el rumbo debe ser modificado.
En ese sentido, subrayó que la prevención en la medicina general y, en especial, en la medicina cardiovascular, se vuelven hoy mandatorias para prolongar la vida de los seres humanos del planeta y evitar el colapso general del sistema de salud.
“Los factores de riesgo para la enfermedad vascular son muy conocidos, pero aún así es necesario seguir concientizando sobre ello porque mientras no se logre el objetivo fijado por la World Heart Federation y otras organizaciones científicas, políticas y gubernamentales, de bajar la mortalidad cardiovascular en un 25% para el año 2025, ninguna reiteración será demasiada”, argumentó el especialista.
AMBIENTES SALUDABLES
Tan importante es la prevención que para graficarlo Mendiz mencionó un estudio realizado durante 11 años en Suiza, publicado recientemente por la revista del Colegio Americano de Cardiólogos, que muestra que el hábito saludable podría evitar cuatro de cada cinco infartos en hombres.
“Un ambiente saludable comienza en la familia, y desde antes que nacemos con los controles prenatales que evitan o diagnostican temprano la hipertensión arterial, el sobrepeso, la diabetes, el hipotiroidismo, y otros factores de riesgo para la enfermedad cardiovascular”, describió.
La alimentación saludable es un arma fundamental en esta lucha, y para ello es clave la incorporación de hábitos saludables en la edad temprana, dado que es justamente entre los tres y cinco años cuando se adquiere el «gusto» alimentario. “Es necesario enseñarles a los niños a comer con menos sal, menos contenido de grasas y azúcares y un mayor contenido de frutas y verduras”, aconsejó el experto.
“Los medios audiovisuales, en especial la TV con sus contenidos para niños deben colaborar en esto y el estado debe hacerse presente. En este aspecto es destacable la iniciativa del doctor Valentín Fuster, ex presidente de la World Heart Federation y uno de los líderes de la cardiología mundial, y su títere el «Dr. Ruster» que llevan una experiencia educativa con niños en España y algunos países de Latinoamérica, inculcándoles una vida saludable”, comentó.
En esa misma línea Mendiz apuntó que el ambiente saludable debe continuar en la escuela, incluyendo contenidos educativos acerca de alimentación, actividad física y por otro lado disminuir el acceso de los niños a comidas y bebidas con alto contenido en grasa y azúcar.
Otro de los flagelos que atentan contra la salud cardiovascular es el tabaquismo. Al respecto, el jefe de Cardiología Intervencionista de la Fundación Favaloro enfatizó que la fortaleza de las compañías tabacaleras se evidencia con campañas agresivas que muchas veces hacen foco en adolescentes. “Una fortaleza basada en facturaciones anuales que en muchos casos son muy superiores al PBI de algunos países”, se lamentó.
“Todo lo que se haga en contra del hábito de fumar estará justificado desde el punto de vista médico, como también lo está la protección de los fumadores pasivos, comenzando por los niños dentro del seno de la familia”, sostuvo el especialista, al tiempo que agregó: “La buena noticia es que, según una encuesta del INDEC, el tabaquismo ha descendido en Argentina y afecta a alrededor de un 21.5% de las personas, pero los médicos tenemos la sensación de que ese descenso ha sido más marcado en los hombres que en la mujeres, que no deben olvidar que su principal causa de muerte es la cardiovascular”.
Por último, Mendiz hizo hincapié en que “contamos con herramientas, información y conocimientos para enfrentar los factores que amenazan nuestra salud, el desafío es comenzar a generar cambios en las conductas personales y sociales que nos permitan pensar en un 2025 con menos muertes cardiovasculares”.
Asimismo, expresó: “En el Día Mundial del Corazón no puedo dejar de resaltar el extraordinario desarrollo científico y tecnológico que ha tenido la cardiología en el mundo y en Latinoamérica. Nuestro país ha hecho contribuciones notables que cambiaron para siempre el rumbo de esta especialidad, entre las que merece destacarse el by-pass coronario introducido por el doctor René Favaloro; el stent por el doctor Julio Palmaz y las endoprótesis de aorta por el doctor Juan C. Parodi, entre muchas otras”.