Mezclar lavandina con detergente y otras combinaciones de limpiadores que nunca se deberían realizar
Hoy en día, todos los hogares del país tomaron conciencia de la importancia de adoptar medidas de limpieza y desinfección para prevenir el contagio del coronavirus. Mucho se ha hablado de los desinfectantes adecuados, como la lavandina, el alcohol, el agua oxigenada, el detergente, etc, pero lo cierto es que muchas personas creen que mezclar dos productos de limpieza es una forma de potenciar el efecto de estos y lograr mejores resultados.
¿Quién no ha combinado más de una vez el detergente con la lavandina para limpiar en la cocina? Pero, ¿se pueden realizar estas mezclas? ¿Son seguras para la salud? ¿Mejora efectivamente la desinfección y la limpieza de esta forma?
“Muchos mitos urbanos o recetas de la abuela aconsejan realizar determinadas mezclas de estos productos para mejorar su rendimiento. Estas combinaciones (y muchas tantas otras) jamás deberían realizarse, dado que no solamente contrarrestamos el efecto buscado sino que además, en muchos casos, pueden generar una reacción química que libera gases perjudiciales para nuestra salud”. El ingeniero Martín Piña enfatizó que “ya hay un producto adecuado para cada tarea; no debería sentirse la necesidad de mezclar varios”.
De hecho, para el director de la carrera de Ingeniería en Alimentos de la UADE, “combinar productos de limpieza puede originar quemaduras en la piel, irritación en los ojos, la inhalación de gases tóxicos que deriven en problemas respiratorios, diarreas y dolor abdominal, dolores de cabeza y, en casos graves de intoxicación, incluso la muerte”. “Los daños dependerán de varios factores, entre los cuales se encuentran el tipo de gas y concentración que contengan la mezcla y el tiempo de exposición”, señaló.
Las etiquetas de los productos de limpieza contienen mucha información. Los fabricantes suelen dejar constancia de cuáles son las instrucciones de uso de cada uno de los productos y las precauciones básicas que se deben tomar. “Debemos admitir que gran parte del problema es que prácticamente nunca leemos esas indicaciones -reconoció el especialista en diálogo con Infobae-. Por ello, la primera recomendación de seguridad que se debe empezar a aplicar para evitar problemas es informarse correctamente, porque estas indicaciones existen por algún motivo”.
Y enumeró las principales mezclas que jamás deberían realizarse en el hogar:
– Lavandina + vinagre. La lavandina está constituida por el hipoclorito de sodio (NaClO), una sal química, que le otorga a la sustancia su pH alcalino. La lavandina es un agente oxidante de la materia orgánica, es por eso que actúa inhibiendo la gran mayoría de los microorganismos.
Por otro lado, el vinagre es una solución diluida al 5% del ácido acético (CH3COOH), un ácido orgánico sumamente útil en la industria y en el hogar. Es un aliado infaltable en la cocina, pero también sirve para la limpieza de diversas superficies, dado que es muy útil para remover ciertas manchas y depósitos de sales.
“Ambas sustancias son excelentes por separado, pero al mezclarlas, se genera una reacción química que da como resultado cloro gaseoso (Cl2) -explicó Piña-. Estos vapores podrían afectar las membranas mucosas (incluyendo los ojos, garganta y pulmones), dado que el cloro es tóxico para la salud si se inhala. A raíz de esto, pueden presentarse síntomas como ojos llorosos, congestión de pecho, dificultades para respirar y sensación de ardor, entre otros. Asimismo, en caso de contacto con la piel, puede detonar en ampollas e irritación”.
Y tras destacar que “esta reacción química también se genera agregando cualquier ácido débil a la lavandina como, por ejemplo, el ácido cítrico presente en los limones”, Piña recomendó “como regla general, podría decirse que la lavandina es incompatible con los ácidos (vinagre, limón, etc)”.
– Vinagre + bicarbonato. El bicarbonato de sodio (NaHCO3) es una sal química sumamente útil en la industria alimenticia y en la gastronomía. Es un ingrediente típico de muchas galletitas y productos de panadería, dado que es un leudante químico. Junto con otras sales, forma parte del tradicional “polvo de hornear”. Además del uso gastronómico, también posee otros usos en limpieza, ya que es un excelente producto para limpiar el acero inoxidable y eliminar olores.
El vinagre, tal como fue descripto anteriormente, es un ácido orgánico natural.
“Muchas ‘recetas de la abuela’ indican que es útil mezclar estas dos sustancias, ya que sirven para mejorar la limpieza de distintas superficies, como ser azulejos, dar brillo a los metales, blanquear la ropa, etc. Y si bien esto en parte es cierto, hay que tener la precaución de no combinar estos productos en botellas o recipientes cerrados, ya que la reacción química genera CO2, un gas incoloro y presente en el aire, que al estar encerrado en un recipiente sin poder ‘escapar’ aumenta la presión del mismo, pudiendo provocar un estallido”, puntualizó el ingeniero.
– Lavandina + limpiador de inodoro. El limpiador de inodoro está formulado a base de amoníaco (NH3). Las sustancias derivadas del amoníaco generalmente se utilizan en limpiadores de baño o cocina, dado que tienen un poder desengrasante y desinfectante. “Pero al combinar estos productos con lavandina, se genera un gas llamado cloramina (NH2Cl), el cual es altamente tóxico”, detalló Piña, quien resaltó que “este compuesto causa irritación, quemaduras y puede llegar a ser letal por los daños que provoca en el aparato respiratorio”.
– Lavandina + detergente. La lavandina es una sal de cloro (NaClO) que actúa como oxidante de la materia orgánica. El detergente está hecho de materia orgánica. “Por ende, cuando los mezclamos, tenemos el problema que la lavandina actúa sobre el detergente y no actúa sobre donde nosotros queremos que lo haga. Es decir, perdemos el efecto de desinfección en la lavandina”, aclaró Piña.
Si bien reconoció que “el detergente es sumamente útil para limpiar, mientras que la lavandina es útil para desinfectar”, recordó que “no es lo mismo limpieza que desinfección”.
«En la primera acción, se elimina la suciedad superficial, como mugre, tierra, grasa, etc. Pero para inactivar los microorganismos, debemos desinfectar con alguna sustancia química, como por ejemplo la lavandina. Siempre debemos desinfectar sobre una superficie limpia para lograr el efecto buscado», aseguró. .
– Vinagre + agua oxigenada. El agua oxigenada (H2O2) es una excelente sustancia sumamente utilizada como antiséptico y desinfectante. “Pero si la mezclamos con el vinagre, se obtiene ácido peroxacético (CH3CO3H)”, explicó Piña, para quien “si bien este compuesto está considerado como un excelente antimicrobiano, en concentración suficientemente alta, puede irritar e incluso dañar la piel, ojos, garganta, nariz y pulmones”.
– Lavandina + alcohol. El alcohol contiene etanol (alcohol etílico), y la lavandina, como se dijo, contiene hipoclorito de sodio. “La combinación de ambos químicos produce cloroformo y ácido clorhidríco, compuestos que pueden producir daños en el sistema nervioso, pulmones, riñones, hígado, ojos y piel. Además, los altos niveles de cloroformo pueden causar mareos, náuseas, pérdida de conciencia e incluso la muerte”, advirtió.
Recomendaciones para tener en cuenta a la hora de limpiar y desinfectar los hogares
– No mezclar los productos de limpieza para mejorar su poder de acción, dado que se estará contrarrestando sus efectos y pueden liberarse sustancias tóxicas perjudiciales para la salud.
– Utilizar guantes para manipular los productos de limpieza, a fin de proteger la piel de posibles quemaduras, reacciones alérgicas o irritaciones.
– Ventilar bien la casa cuando se está limpiando, dejando las ventanas abiertas. Esto favorecerá la renovación del aire ante cualquier posible desprendimiento de gases, evitando la concentración de los mismos en los ambientes.
– No poner los productos de limpieza en botellas de gaseosas o aguas, dado que se corre riesgo de ingestión accidental de los mismos al confundirlos con alguna bebida.
– Evitar dejar sobre la mesada de la cocina los productos de limpieza, dado que se podría contaminar químicamente los alimentos que consumimos.
– Guardar los productos de limpieza en un armario o gabinete separado, como por ejemplo en el lavadero, y nunca almacenarlos junto con los alimentos.
– Mantener siempre los productos de limpieza fuera del alcance los niños.
– Leer las instrucciones de uso de los productos que figuran en las etiquetas y las medidas de seguridad a adoptar.
Y recordar siempre que, ante problemas de salud, se puede consultar al Centro Nacional de Intoxicaciones cuyo teléfono se encuentra siempre en las etiquetas de los limpiadores (0800-333-0160). Para mayor información, se puede ingresar en: https://www.argentina.gob.ar/salud/primerosauxilios/situaciones/intoxicaciones