Mucho revuelo se generó en Boca cuando debió suspenderse el partido ante Racing por el Torneo Transición 2014 debido a la abundante cantidad de agua que cayó sobre un campo de juego que se vio desbordado.
Desde la dirigencia del club decidieron cambiar todos los panes de césped, que fueron vendidos a los hinchas, resembrar y mejorar el drenaje para que las inundaciones no vuelvan a ser un peligro para los partidos en que el Xeneize juegue como local.
El equipo de Rodolfo Arruabarrena tendrá en su agenda el campeonato local y la Copa Libertadores, por lo que una renovación del campo era necesaria. El presidente Daniel Angelici y la Comisión Directiva del club están confiados en que el próximo 15 de febrero, en el debut de Boca ante Olimpo, la Bombonera no presentará complicaciones y será de primera categoría.
