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Ni el temporal frenó al Rojo

En la mitad del primer tiempo, se desató una tormenta que duró 20 minutos y el viento parecía que se iba a llevar a todo lo que se movía en el estadio Libertadores de América, incluida la racha de buenos resultados del conjunto de Omar De Felippe. Pero el hincha de Independiente, ese que pasó por temporales mucho más fuertes en este año que las fuertes gotas que caían, lejos de refugiarse revoleaba su camiseta bajo el diluvio y no paraba de cantar, ilusionado, con el regreso a Primera. Y el Rojo no defraudó ese entusiasmo. En un partido con altibajos ante un rival que hasta el 2 a 0, que fue el resultado final ante Instituto por la 20ª fecha, le había jugado de igual a igual y que le había robado la pelota, consiguió un triunfo clave: ahora puede terminar el año en zona de ascenso, algo impensado a comienzo del campeonato.

Martín Zapata era el único jugador que le generaba dudas al técnico en su equipo ideal, en esa formación que pudo armar por primera vez en el torneo sin jugadores lesionados ni suspendidos. El volante peleó su lugar palmo a palmo con Leonel Miranda, pero el ex entrenador de Olimpo y de Quilmes ratificó al pelado que, salvo el partido que no jugó por la expulsión que sufrió en la primera fecha, estuvo en todos los encuentros como titular. El ex Belgrano le cumplió con su mejor encuentro desde que está en el club: en un contragolpe y tras un error de los centrales de la Gloria que lo dejaron avanzar, marcó su primer tanto con la camiseta del Rojo en el comienzo del segundo tiempo, justo cuando Independiente demostraba que había salido al complemento con la actitud que había carecido en el arranque.
Independiente, que no podía sacarle la pelota a los volantes de Instituto, se acomodó al juego que le propuso su rival y de contraataque, con los espacios que dejaba el conjunto cordobés, liquidó el encuentro en una gran maniobra de Daniel Montenegro, la gran figura y el gran estratega del partido, que terminó sirviéndole el gol en bandeja a Facundo Parra, que sólo tuvo que empujarla.
Tras el segundo, Instituto bajó los brazos e Independiente mostró su mejor cara en todo el partido. Recuperó la pelota y con el Rolfi como imán, movió la pelota por toda la cancha y mereció convertir más goles, ante un rival que no le generó ni una situación clara y que en ningún momento hizo tambalear el récord –histórico en el club– de Diego Rodríguez, que acumula 666 minutos sin recibir un tanto. Tras las lesiones, volvió Claudio Morel Rodríguez, regresó Cristian Tula y De Felippe tiene a todos sus soldados para intentar lograr el objetivo en la última fecha de la primera rueda de la B Nacional: quedar por primera vez en el torneo en puestos de ascenso, ese lugar por el que los hinchas del Rojo se animan a desafiar la lluvia y cantar como desaforados.
COMENTARIO
Fue un partido raro para Independiente, porque por primera vez en lo que va de la B Nacional se encontró con un rival que intentó salir a robarle la pelota en Avellaneda. Audaz, Instituto quiso ser protagonista, pero toda la enjundia se le acababa cuando llegaba cerca del área de Rodríguez. Los 20 minutos de tormenta obnubilaron al local, que recién en el complemento pudo imponer su juego, ayudado por el error defensivo de la Gloria que le permitió abrir rápido el marcador. En ventaja, el Rojo se acomodó y hasta pudo haber hecho más goles.
LA FIGURA
Daniel Montenegro: En un partido en el que Pisano tuvo muchos altibajos, Rolfi fue el conductor neto de Independiente. El diez entendió qué necesitaba el Rojo para ganarlo y manejó cada uno de los ataques del equipo. Sólo le faltó el gol.
666
minutos
lleva Diego Rodríguez sin recibir goles.
6
triunfos
como local lleva Independiente en el campeonato.