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“Nos mandaron al infierno”

Sentado en la redacción de EL DIARIO a punto de escribir la sorprendente historia que el propio Roberto Naivirt me contó por teléfono, apenas puedo imaginar lo que debe ser estar en esa situación límite. Sentir ese relato, lejos de entenderlo, hace que las cosas se vean de otra manera. Y ni hablar para quien fue protagonista. 
Lo que vivió el entrerriano sin dudas pocos tienen la suerte de poder contarlo. Más de diez horas sin agua y la mitad de ellas en un desierto en el que la temperatura llega a los 60 grados centígrados. Al borde de la deshidratación, sin poder comunicarse con la organización para pedir rescate, una médica apareció para “salvarnos la vida”, como él relató. 
Pero lejos de comenzar relatando lo que debió atravesar, este amante del Dakar empezó descargando su bronca por haber quedado fuera de competencia, algo que para la mayoría pasó a segundo plano. 
“Nunca me imaginé quedarme afuera en la segunda etapa, en todos los Dakar que competí siempre llegamos lejos. Para esta edición nos habíamos preparado mejor que nunca pero bueno, así son las carreras y esta en particular”, expresó. 
A lo que añadió: “mirando la cantidad de pilotos que han quedado afuera pienso que a todos le pasó lo mismo, no es un consuelo pero es por ahí pensar que no hicimos mal las cosas. Lo principal que hoy gracias a Dios estamos bien y es lo único que hace que esta derrota sea menos triste”. 
UNA ETAPA IMPOSIBLE. La segunda etapa del Dakar, la más larga de la competencia (518 km) y que unió Villa Carlos Paz con San Juan, llevó al abandono a más de 60 vehículos. Sobre esto, Nivirt dijo: “en este Dakar no entendí a la organización, hay cosas que les encuentro una explicación. Hacer una segunda etapa tan dura no hacía falta. Dejaron a casi 60 autos afuera. Nos mandaron al infierno”, argumentó Naivirt. 
Sobre la parte más dura, el concordiense detalló: “la dureza fue del kilómetro 300 al 400. Antes que eso fue una etapa complicada, difícil pero llevadera pero esos 100 kilómetros fueron un infierno y los que tomamos la decisión de completar la etapa, del kilómetro 420 al 520 nos terminó de matar. Los camiones habían dejado huellones y el camino era intransitable. Todos nos tuvimos que ir por afuera del camino y eso hizo que rompamos las cubiertas. A partir de ahí se suscitaron todos los problemas, yo rompí cinco cubiertas y eso me dejó fuera de carrera. Ni siquiera las pude emparchar, se tajeaban por las piedras y las ramas por las que teníamos que pasar por arriba. Meterte en el camino era quedarte encajado, nosotros lo hicimos y reventamos un amortiguador. Fue una situación complicada, desde las 9 de la mañana hasta la una de la tarde fue pensar que en cualquier momento nos podíamos morir”, remarcó. 
“Agradezco a la doctora Leuco que nos salvó la vida. Ella es argentina y trabaja para la organización. Eran las 13.30, no teníamos agua, estábamos deshidratados a tal punto de quedarnos entredormidos, pensábamos que todo estaba perdido y siento que me agarran del brazo, era ella y ahí es como que la cosa comenzó a cambiar”, añadió. 
MOMENTO LÍMITE. La noticia repercutió en todos los medios nacionales. “Roberto Naivirt bebió su orina para sobrevivir”, decían los títulos de los principales diarios. 
Sobre esa situación, el nacido en Concordia detalló como fue ese momento límite que le tocó atravesar. 
“Eran como las 10 de la mañana y Alejandro (Schilling, navegante) agarró el único poco de agua que quedaba y se dirigió arriba de una duna de arena para ver si encontraba señal en el celular para llamar al equipo y avisar que estábamos varados. Yo sin pensarlo me puse a trabajar en la camioneta porque sabía que tenía tiempo hasta las 12 para seguir en carrera. En ese ímpetu logré arreglarla y cuando salí nuevamente se rompió un semieje, en ese momento nos dimos cuenta que ya no podíamos continuar. El haber estado una hora bajo el rayo del sol con casi 60 grados mi cuerpo me pedía agua y se había terminado. Pasaron los minutos y me comencé a desesperar y tomé la decisión de orinar en una botella, tomé apenas un sorbo y con otro me enjuagué la boca para tratar de generar saliva. Lo decidí en ese momento y te cambia psicológicamente porque pensás que por lo menos tenés eso para beber. Creo que me ayudó para seguir con ánimo y esperar con ansias el rescate”, fue lo que dijo Naivirt con lujo de detalles.
¿DÓNDE ESTÁ LA LÍNEA?. El estar al borde de la muerte es algo que pocos pueden sentir en su vida. Estar perdido, sin agua y sin ayuda en pleno desierto hace que la mente comience a dar giros inesperados. 
Roberto destacó como vivió ese momento. “Cuando llegó el helicóptero nos tiró un pack de agua mineral, pero antes fue todo muy desesperante. El estar parado mirando la arena y pensar en cavar para tratar de encontrar agua, se te pasan esas cosas por la cabeza que te la va generando la desesperación. Hasta recordar en el piloto que murió el año pasado con la cabeza apoyada en la arena y pensar que al tipo tal vez le pensó lo mismo que yo en esa situación. Es una situación crítica en la que tenés que mantenerte lo más fuerte posible para no cruzar esa línea que te lleve a hacer alguna locura”. 
“UN FRACASO”. Claramente que en materia deportiva no fue un buen año para el entrerriano. Así lo destacó diciendo: “Con todo lo que me preparé este año, para mí el quedar afuera en la segunda etapa es un fracaso. Con la camioneta, equipo propio, en lo físico y en lo psicológico, por todo eso el no poder seguir es un enorme fracaso”. 

¿Corre en 2016? 

“Todos me preguntan si voy a correr el año que viene. Yo les contesto que lo correría mil veces más al Dakar a pesar de los que nos pasó ahora, lo volvería a hacer tomando las precauciones necesarias para que no me suceda lo mismo. Pero hay otras cosas en juego y la decisión va a pasar por otro lado. Tal vez lo más importante será la parte económica, el apoyo de los auspiciantes, los tiempos y demás. Lo que sí tengo claro es que por esto que viví no me voy a bajar de la próxima edición”, remarcó Naivirt sobre su futuro en la competencia. 

Se desarrolló ayer la 5ª etapa 
Ayer se disputó la quinta etapa y la nota sobresaliente fue el abandono del español Carlos Sainz, quien volcó tras chocar contra una roca a poco de terminar. El vencedor en autos fue el ruso Vladimir Vasilyev. En la general Nasser Al-Attiyah sigue liderando con un tiempo de 16h 53’26’’. 
En motos, el triunfo fue para Marc Coma, seguido por el mejor de la general, Joan Barreda Bort. 
Por su parte, en cuatriciclos el mejor fue Rafal Sonik quien mantiene el liderato en la tabla general. 
Por último, en camiones, la etapa fue para el ruso Eduard Nikolaev quien pasó a lo más alto de la general. 
Hoy se correrá la sexta etapa que unirá las ciudades chilenas de Antofagasta e Iquique. o_1420783164