Se trata nada menos que de Lionel Messi, Sergio Agüero y Javier Mascherano, quien ante Colombia, en los cuartos de final, vieron la tarjeta amarilla y que, de volver a ser amonestados frente a Paraguay, se perderían una hipotética final en tierras chilenas.
El árbitro mexicano Roberto García Orozco, de flojísima labor en el cruce de cuartos de final, amonestó a los tres hombres argentinos por diferentes situaciones. Mascherano vio la amarilla correctamente por una dura entrada sobre James Rodríguez, Agüero fue amonestado por protestar una supuesta falta en el área colombiana y Messi recibió la tarjeta vaya uno a saber por qué, luego de una jugada en la que lo marcaban varios rivales sin poder sacarle la pelota.
En este contexto, y si bien es imposible aventurar una posible clasificación teniendo en cuenta la dureza de los dirigidos por Ramón Díaz, Argentina afrontará este encuentro sabiendo que ninguno de estos tres jugadores deberá «pasarse de rosca». Cualquiera que no pueda disputar una hipotética final significará una baja de peso en búsqueda del ansiado título que se viene postergando durante ya 22 años.