Teófilo Gutiérrez decidió irse de River antes de las semifinales de la Copa Libertadores siendo un jugador fundamental para las aspiraciones de un club que lo había adoptado como uno de sus hijos favoritos, incluso ovacionándolo en el Monumental.
Además, castigó a D’Onofrio: «La ilusión de mi hijo de salir campeón de la Libertadores se la robo el presidente de River. Él le dio mucho a River pero la dirigencia no se portó bien con él, él era muy feliz pero ellos forzaron su salida».