Ernesto Fernández, el hombre de 53 años de Las Toscas (Santa Fe), acusado por violencia contra su compañera y por darle vino a su beba de tan solo un año y cuatro meses, se entregó la mañana de ayer a la policía de esta ciudad. Estaba prófugo de la Justicia y ahora quedó «detenido e incomunicado» hasta el momento de la indagatoria.
El subjefe de la comisaría 5ª de Las Toscas, Marcelo Beltrán, informó que Fernández fue detenido luego de volver de Rosario, adonde habría viajado por «cuestiones familiares», aunque esta escapada se dio poco antes de que se librara un pedido de captura.
La policía había recepcionado la denuncia de su esposa, de nombre Danila, de 23 años, por violencia familiar. El hombre pasó sólo algunas horas detenido y luego fue liberado. Inmediatamente viajó a la ciudad de Rosario «por razones familiares» y allí es cuando se libró la orden de detención que emitió el juez Jorge Galbusera.
Enterado por todos los medios del país de que era buscado por la paliza hacia su mujer y también por agresión a su hija, a la que obligaba a beber vino, el hombre decidió presentarse en la comisaría de Las Toscas y quedó detenido. Hasta ayer, permanecía alojado en esa seccional, según lo hizo saber el comisario Beltrán. «Nos presentamos ante la casa de Fernández y fuimos atendidos por un familiar quien nos anotició de que se encontraba en Rosario. En el momento en que viajó al sur provincial no tenía pedido de detención, por lo que en términos técnicos no podemos hablar de prófugo. En la mañana de hoy —por ayer— dimos con él y por voluntad propia se puso a disposición de la Justicia. En este momento está alojado en la comisaría, hasta que el juez disponga su traslado», comentó el uniformado.
Según trascendió, el hombre estaría imputado por «lesiones leves recíprocas» y «lesiones leves calificadas y amenazas». En el caso interviene también la Subsecretaría de Niñez, Adolescencia y Familia, que puso al resguardo a la mujer agredida y a la menor.
El hecho que desencadenó la intervención policial, y que conmocionó a esta localidad del departamento General Obligado, fue cuando la mujer denunció reiterados castigos hacia ella pero también hacia la niña. En el último episodio, la madre quiso impedir que la pequeña recibiera golpes y comenzó a ser ahorcada por el esposo, aunque se salvó al poder tomar un cuchillo y provocarle al agresor un corte en la mano. Danila denunció entonces que su pareja no sólo la agredía, sino que la niña también era víctima y que Fernández solía darle vino.
Fuente: Uno