En la reunión de ayer del Consejo Nacional del Partido Justicialista se convocó al Congreso Nacional del partido para el próximo 24 de febrero y a elecciones el 8 de mayo, día en que vencen los mandatos de las actuales autoridades. Hoy, el justicialismo está presidido por el jujeño Eduardo Fellner. También se debatió el rol que debe tener el peronismo frente al gobierno de Cambiemos, una cuestión clave que definirá el perfil para al menos los próximos dos años.
El intendente de Resistencia y vicepresidente del PJ, Jorge Capitanich, dialogó con ámbito.com y cuestionó a ciertos sectores del justicialismo -aunque no dio nombres- a los que acusó de tener un actitud condescendiente con el Gobierno.
Ante la consulta de este medio respecto a que si existe dentro del justicialismo sectores funcionales al Gobierno, Capitanich respondió: «Es un dato objetivo y evidente. Y me parece que necesariamente tenemos que generar el debate, ser muy respetuosos entre nosotros, no hacer nombres propios, ni personalizar las disputas. Esto es un problema político, de base ideológica, y doctrinarias».
«Muchas veces la confrontación de ideas es sustituida por la confrontación personal de candidatos. No queremos discutir candidatos sin ideas, queremos poner el carro detrás del caballo, no al revés», continuó Capitanich, quien ratificó la necesidad de que el PJ se constituya en «una oposición de centroizquierda de base progresista y populista».
Al referirse al quiebre en el bloque de Diputados del FpV, el exjefe de Gabinete afirmó: «Espero que no sea funcional al Gobierno, que sea una expresión genuina que implique una posibilidad de discutir una posición para volver a amalgamar un bloque único que exprese dentro de la diversidad de matices la oposición política. Conozco a muchos de ellos que por sus características no pueden mimetizarse con el Gobierno. Deberíamos tener calma y esperar la reflexión de muchos de ellos».
Capitanich brindó su opinión de lo ocurrido en la sede de la calle Matheu: «Desde el punto de vista formal el justicialismo pudo resolver dos cuestiones que formaban parte de agenda: en primer lugar la convocatoria al Congreso el 24 de febrero y la convocatoria a elecciones internas, dentro del justicialismo que se hará por voto directo, distrito único y de afiliados el próximo 8 de mayo, cuando vencen los mandatos. Se cumplieron los dos objetivos, pero también se abrió un espacio para el debate público, existieron distintas opiniones y expresiones; lo cierto es que está en el ambiente la perspectiva de buscar una construcción de transición que permita ordenar el marco de unidad para hacer una profunda transformación con mayor participación relativa».
«Es muy difícil tener una elección general con la participación de afiliados, se estima que son 3,5 millones. El método de elecciones directas y por distrito único, si bien fue una reivindicación histórica del justicialismo de los 80, parece que habría que buscar un equilibrio con la participación efectiva de las provincias, un equilibrio entre las más y menos pobladas, para garantizar una expresión genuina en donde el justicialismo no solo exprese sus distintas vertientes sino que tenga una verdadera concepción federal», expresó.
Capitanich sostuvo que el partido debe lograr un «equilibrio» entre las distintas vertientes peronistas y buscar una figura que represente la unidad, pero que lo fundamental es que «no se trata de nombres propios, sino de ideas que deben plasmarse en un proyecto».
Otro referente consultado por ámbito.com, el gobernador de Entre Ríos, Gustavo Bordet, reconoció el clima espeso que surcó en la cumbre del PJ, pero consideró positivo el encuentro y se mostró confiado de que el partido alcance un acuerdo para una conducción de unidad.
«Las diferencias son más que lógicas y entendibles, venimos de perder una elección, es normal que haya pases de facturas, pero lo importante es que hay una vocación y una voluntad de encontrar un criterio de unidad para tener un partido consolidado, normalizado. El llamado a elecciones augura una gran posibilidad de encontrar consenso, nuestro objetivo está en agotar todas las instancias posibles para alcanzar ese consenso», expresó el mandatario.
Asimismo, agregó que «hay varias figuras que pueden generar consenso y ser representativas del partido, que están en condiciones, por eso yo no veo imposible que se logre». Aunque evitó dar nombres -«sería imprudente cuando se está tratando de generar consenso», argumento- consideró que «hay tres o cuatro dirigentes» con chances.
Sobre los diputados que dejaron la bancada, Bodert dijo que «respeta la decisión de los compañeros» y que «nadie puede tratar de traidor a otro por decisiones que se toman». Además, no descartó un eventual regreso a las filas del FpV que decidieron escindirse y conformar el «Bloque Justicialista».
«Es el tiempo para encontrar fuertes posicionamientos que nos consoliden como una oposición seria, evitando confrontaciones estériles, que no significa en absoluto ser funcional al gobierno nacional, sí ser una oposición seria y razonable», sentenció.