Una multitud de boquenses copó el centro de la Ciudad de Buenos Aires para festejar el Día del Hincha de Boca, en una movilización que se desbordó y terminó con destrozos. Miles de camisetas azul y oro brillaron alrededor del Obelisco desde la tarde hasta la noche de ayer, pero en el comienzo de la fiesta hubo enfrentamientos con la policía, que terminó con cinco oficiales heridos.
El Día del Hincha de Boca comenzó a festejarse el año pasado, cuando el calendario marcó el 12/12/12, en referencia a La 12, como se conoce a la barra del club. La cifra redonda sirvió como una excusa para que los fanáticos xeneizes se juntaran en el centro de la ciudad para celebrar el fin de año y para compartir una fiesta que, en principio, se planificaba como familiar. Hubo fuegos artificiales, banderas de distintos lugares de la Capital Federal y el Gran Buenos Aires y canciones boquenses de todas las épocas. Más allá de los disturbios, padres, hijos y amigos celebraron un día sin historia, pero que como cualquier día de festejo genera alegría.
En 2012, los destrozos habían sido realmente considerables. A pesar de ello, este año, más allá de que estaba anunciada la reunión, no se previó que fueran a suceder cuestiones parecidas. Minutos antes de las 19, algunos hinchas se subieron al techo del McDonald’s de 9 de Julio y Corrientes. Eso generó la intervención de la policía que, en el cruce, terminó recibiendo piedras y otro tipo de proyectiles que dañaron a siete efectivos. Además, en el medio de este caos, turistas y ciudadanos que paseaban por la zona sintieron un considerable temor frente a la situación.
El festejo no se realizó en La Bombonera porque desde el club organizaron un partido para dirigentes, entre los que estuvieron muchos funcionarios del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Entre ellos estuvo Guillermo Montenegro, Ministro de Justicia y Seguridad de la Ciudad, quien no previó que podía suceder lo que sucedió (ver aparte).
Esto ocurrió, además, en la misma semana en que a Boca lo sancionaron con un partido sin poder jugar de local luego de realizar un festejo con pirotecnia en el último partido del campeonato.
Los hechos de violencia parecían haberse terminado cuando, como parte de la gran fiesta, miles de xeneizes bajaron la bandera argentina del Obelisco y, por una tarde, izaron la azul y oro. Hubo una multitud cantando y lanzando fuegos artificiales. Pero ya entrada la noche, alrededor de las 21:30, comenzaron otra vez los enfrentamientos entre los manifestantes y la policía, sobre la calle Correintes. Otra vez botellazos, piedrazos, palazos y las mismas imágenes que a la tarde, pero esta vez ya con menos gente, la que, asustada, salió de escena.