En una pelea entre varias personas se produjo el homicidio número 14 en Paraná. A causa de una profunda puñalada recibida por la espalda dejó de existir en la Unidad de Terapia Intensiva del hospital San Martín Hugo Cabrera, de 46 años, y por el hecho fue detenido un menor de 15 años.
A las 2 de ayer se confirmó la muerte del hombre, que había sido apuñalado en el interior del barrio Jauretche. El incidente se produjo en la tarde del domingo y determinó la intervención policial a causa de una gresca, corridas y momentos de tensión ocurridos en esa zona de la parte este de la capital entrerriana.
Desde la Policía se informó que Cabrera se había acercado al barrio para contactarse con un hijo que estaba siendo molestado por vecinos de la zona. En esa situación se produjo el altercado en el cual el hombre cayó herido por una puñalada dada con una cuchilla tipo carnicería.
La estocada le atravesó órganos vitales y por ello es que murió en el nosocomio público.
Ante esto, el juez de Instrucción Alejandro Grippo dispuso varias medidas
que determinaron en horas del mediodía de ayer que personal de la División Homicidios, al frente de Ángel Ricle, avanzara con la detención del sospechoso, un menor de 15 años.
El acusado, tras ser identificado fue derivado a la División Minoridad donde quedó alojado a disposición de la autoridad judicial.
Se supo que anoche el juez Grippo reclamó al personal policial todas las actuaciones y testimoniales para derivar la causa al juez Penal de Menores de Paraná, Mario Gómez del Río, quien instruirá la investigación por tratarse el imputado de un adolescente.
En medio de la búsqueda del acusado se ejecutaron varios procedimientos más para ubicar elementos de interés para la causa, como también testigos que tras superar el miedo inicial dieron datos que permitieron apuntalar las sospechas sobre el menor.
Personal de la comisaría 12ª amplió los operativos en esa parte del Jauretche con el fin de tranquilizar el sector, que una vez que logró “la expulsión” del agresor y de la familia del acusado, se normalizó.
Los familiares de la víctima no ocultaron su malestar y al cruzarse con el detenido en Homicidios lo agredieron verbalmente con el fin de reclamar justicia por el hecho.
Corridas e incendio
El Jauretche enardeció luego del ataque a Cabrera. Varios vecinos se juntaron en la noche del domingo e intentaron hacer justicia por mano propia.
Los familiares del acusado tuvieron que salir custodiados por la Policía y tras saber que iban a perder la casa, no les quedó margen para regresar a intentar sacar elementos de valor.
La convulsión fue importante y por ello es que en medio de las corridas y el griterío se incendió el Peugeot 405 propiedad de la familia del menor que horas más tarde fue detenido por la Policía.
Allegados a la víctima juraron venganza y por ello es que aumentó la presencia en la zona para tratar de pacificar los ánimos enardecidos.